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Salimos del baño y luego nos fuimos a su auto, en mi bolso busqué las pastillas y solté un suspiro

— ¿Que buscas? — preguntó

— Me olvidé las pastillas... — Susurré.

Jungwon no dijo nada ante eso y decidió cambiar de tema porque sabría que cuando llegara a casa, tomaría las pastillas.

— ¿Quieres ir a comer una hamburguesa? — preguntó Jungwon agarrando el volante.

— Tu solo buscas engordarme. — me quejé formando un puchero.

— Entonces lo tomaré como que no qui— interrumpido.

— Nunca dije que no aceptaba. — respondí.

Me acomodé en el asiento apoyando mi espalda contra la puerta y luego mis pies en las piernas de Jungwon quien conducía.

— ¿Y tú moto? — pregunté.

— En casa.

— ¿Porque no vamos nunca en tu moto?

— Me gusta ir más en auto.

— ¿Es porque no te gusta que se suban? — pregunte.

— No es eso.

Formé otro puchero mirando las calles sin saber que decir.

Me estaba mintiendo.

Desde niña sé la adoración que tiene Jungwon con las motocicletas pero en cada salida, se encargaba de buscarme en auto.

Tal vez es por la inseguridad de una moto pero es igual a la de un auto, todo depende del conductor.

Al llegar a la hamburguesería, pedimos para llevar y nos quedamos en el estacionamiento disfrutando de la comida.

está delicioso — murmure.

— bastante. — contestó dando un mordisco grande a la hamburguesa.

Miré su enorme hamburguesa comprada con la mía y lo señale mientras masticaba.

— No sé cómo puedes comer una hamburguesa XXL.

— ¿Porque lo dices? — preguntó dándole un sorbo a su bebida.

— es que es muy grande... Apenas puedo comer esto. — levanté mi mano la cual sostenía la hamburguesa de dos carnes.

—  No lo sé, simplemente puedo comerlo entero y seguir con hambre. — Susurró.

— ya veo.

Seguí disfrutando de la hamburguesa, las papas y la bebida hasta terminar y tomar las cosas de Jungwon para pasar por un basurero y tirarlas.

Minutos después llegamos a la casa de Jungwon y subí a su habitación donde pensé en que tal vez podía darme una ducha.

— ¿Puedo bañarme? — pregunté viendo a Jungwon.

— Iba a hacer lo mismo.

— O te bañas tu primero. — contesté.

— O nos bañamos los dos. — aclaró.

Reí ante eso y negué tomando la toalla para ser la primera en meterme a bañar.
Al salir, me coloque las primeras prendas cómodas que encontré en el armario de Jungwon y me senté en su cama esperando a que saliera de bañarse.

Si tenía aquellas películas, ¿Que otra cosa podría tener?

Me levanté de la cama y comencé a revisar sus cajones notando su caja de condones completamente cerrada, relojes, papeles completamente blancos, etcétera.
Cerré su cajón y di una pequeña mirada a toda la habitación viendo el mismo mueble de aquellos libros falsos notando una pequeña grieta entre los cajones donde se supone que van los zapatos.

Me acerque haciendo un lado esa grieta notando libros en italiano, documentos y un cuadro a un costado.

Tomé el cuadro dando una mirada al baño para que Jungwon no viniste y lo di vuelta viendo a un niño de 5 años que se supone que se trataba de el junto con un hombre.

En la fotografía aparecía Jungwon queriendo soltarse del agarre del hombre mientras lloraba pero el hombre solo lo miraba con seriedad con un traje completamente negro y joyería llamativa y costosa.

Es más, la foto fue tomada en las escaleras de su casa...

— ¿Te dormiste? — preguntó Jungwon gritando desde el baño.

Dejé el cuadro con rapidez y comencé a dejar todo en su lugar para correr hacia la cama, acomodarme, taparme y cerrar mis ojos fingiendo estar dormida.

— Te dormiste. — Susurró caminando hacia la cama mientras secaba su cabello.

Oí comí Jungwon apagó las luces y se acostó para acercarse y pasar sus brazos por mi cadera haciendo cariños suaves.

— cuando será el día que me atreva decirte te amo. — Susurró con cierta pena.

𝑁𝑜𝑡 𝑓𝑜𝑟 𝑠𝑎𝑙𝑒 | YJ & TN | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora