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— Cariño, despierta.

— despierta...

Abrí mis ojos viviendo la cruda realidad... Seguía estando en una casa desolada con una persona a la que ya no quiero ver...

— Te hice un desayuno. — contestó dejando las cosas en la cama.

Miré cada plato pequeño con comida para tomar un poco de la taza con leche pero devolver todo a su lugar al costarme tragar.

— ¿No te gustó?

No puedo tragar, imbécil.

Ignore su pregunta y miré el suelo tratando de fingir que su presencia no estaba en el lugar aunque el puré de frutas realmente me tentaba.

Jungwon tomó una cuchara sirviendo de aquél puré y lo acercó a mi boca teniendo paciencia al esforzarse en qué comiera la mierda de su desayuno.

Claro que no comería eso... Podría tener alguna pastilla o una droga.

No puedo esperarme menos que eso.

— come. — contestó moviendo la cuchara.

— ¡Te dije que comieras. — contestó sin paciencia.

Seguí ignorando su presencia hasta que Jungwon golpeó el plato con puré salpicando por todas partes y además, tirando la taza con la leche hirviendo.
Por una reacción lógica, tiré el desayuno a un costado al estar quemandome y me alejé quejándome mientras alejaba mi prenda con la zona caliente.

— ¡Mira lo que hiciste! — gritó.

Jungwon hizo una mueca y tomó mi brazo llevándome al baño donde cerró la puerta con fuerza y me obligó a desnudarme para meterme a bañar.

Me senté en la tina con mucha incomodidad y Jungwon abrió el grifo con el agua caliente.

— eso será peor. — Susurré.

— mira como te quemaste, eres una inútil — contestó.

Él me quemó...

— Espero que no te deje marca. — Susurró Jungwon empezando a poner shampoo en el cabello.

Sus movimientos eran secos, llegando a ser brutos y provocando que terminara llorando.

Pero extrañamente, al darse cuenta de que me encontraba llorando, solo se seco sus manos y salió del baño cerrando la puerta.

¿Acaso me dejó privacidad?

¿Porque el primer día fue pacífico y ahora era tan violento?

.

— ¡mio fratello! (Hermano mío) — respondió un hombre entrando a la casa.

Dejé de caminar por los pasillos para bajar a las escaleras viendo cómo Jungwon y aquel chico se daban un corto abrazo.

— Appena ho saputo di tuo padre, ho voluto fargli visita e congratularmi con te. (Apenas oí lo de tu padre quise venir a visitarte y felicitarte)

— Grazie ho fatto quello che dovevo. (Gracias, hice lo que debía hacer).

Tragué duro al hacer contacto visual con el hombre para ver cómo hacia una pequeña reverencia y se acercaba tomando distancia.

— Temo no presentarme, Soy Matteo. — contestó sonriendo para luego ver a Jungwon. — ¿E questa bella donna? (Y está hermosa mujer?)

Cuando hablaban en italiano no lograba entender nada, digo... Siwoo es que el que tenía un italiano avanzado, no yo.

— Lei è la mia ragazza. (Ella es mi novia) — contestó Jungwon

— Oh... Excelentes gustos — contestó viendo a Jungwon para luego ver a Tn — Espero que cuides bien a esta linda señorita ya que me encantaría robarla. — contestó riendo.

Tomé aún más distancia para ver cómo Jungwon se lo llevaba quedandome sola.
Solté un suspiro aún estresada y desesperada para querer salir hasta oír la conversación que Jungwon tenía con Matteo.

— ¿Otra vez? — preguntó Jungwon.

— Mataste a su padre, claro que querrá acabar contigo.

— El tenía deudas conmigo y yo las terminé. — contestó Jungwon.

— Pero debes irte, no sabes cuántas amenazas he recibido para ti. — Murmuró Matteo.

— Tú avísame apenas tengas nuevas noticias... — suspiró para luego dar un aplauso.

Dos sirvientas caminaron para servirles en dos copas un poco de whisky costoso.

— ¿Ella no se vende? — preguntó Matteo dándole un sorbo al vaso.

— No.

— Deberías, pagarían mucho por ella, hasta yo pagaría por ella. — contestó entre risas.

— Es de mi propiedad. — aclaró Jungwon sin gracia.

— No es un objeto. — advirtió Matteo.

— Lo es desde el primer día en que su madre firmó el papel de su venta.

Retrocedí al oír eso y solté una bocanada de aire.

¿Mamá me había vendido?

— ¿Su madre la vendió?

— Así es, no preguntes el porque. — contestó Jungwon bebiendo del vaso.

— Ten un poco de humanidad y al menos déjala salir al jardín a respirar.— Murmuro Matteo.

— ¿Debo recordarte quién es el dueño del terreno?

El rostro de matteo cambió a uno lleno de molestia mientras que Jungwon mostró una sonrisa de diversión disfrutando de su poder.

𝑁𝑜𝑡 𝑓𝑜𝑟 𝑠𝑎𝑙𝑒 | YJ & TN | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora