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Quedé tendida al suelo sin poder moverme y me levanté con ayuda de Xu, él me llevó a mi habitación donde me dejó darme un baño largo.

Luego de unas horas, me acosté en cama y miré el enorme ventanal en silencio dejando las lágrimas deslizarse por todo mi rostro.

Calmé mis lloriqueos al oír la puerta abrirse dejando pasar al que se suponía que era Jungwon.
Caminó hacia mi cama y se sentó por unos cortos minutos hasta meterse por completo acercándose poco a poco hacia donde estaba.

Su mano pasó por mi espalda y terminó en mi estómago sintiendo sus pequeñas caricias... Su otra mano se apoyó en mi cabello comenzando con también pequeñas caricias...

Esto me recordaba cuando éramos adolescentes.

Me senté en la cama alejándome de el y llena de vergüenza dejé escapar todo lo retenido llorando.
Agaché la cabeza mientras apretaba las sábanas culpandome de varias cosas para sentir los brazos de Jungwon rodeandome de un abrazo.

— no quiero... Alejate — Susurré intentando safarme de su abrazo.

— shh... Tranquila — contestó sin dejar de abrazar.

— no me pidas que me tranquilice. — volví a susurrar.

Seguí por unos cortos segundos queriendo separarme de él pero solo terminé rindiendome y apoyando todo mi peso en el cuerpo de Jungwon.

Él se acostó en la cama haciendo que mi cabeza estuviera apoyada en su pecho por lo que solo cerré mis ojos agotada.

Agotada mentalmente y físicamente.

.    .    .

— despierta.

Abrí mis ojos asustada por su voz y levanté la cabeza viendo a Jungwon sentado y con una bandeja de comida en sus manos.

Me senté con cuidado y con mucha atención miré el desayuno.

— lo preparé para ti. — contestó acariciando su rodilla.

Habían panqueques con caritas felices, jugo de naranja, un platillo con jalea y luego una taza pequeña de leche...

No sabía que aún se acordaba de mi gusto por las frutillas...

come. — contestó tomando distancia.

Miré la bandeja con lentitud y comencé a masticar tomándome mi tiempo.

Así estuve por largos minutos disfrutando de la comida que había preparado hasta ver qué alejaba la bandeja colocándola en uno de los muebles.

— es hora de tu baño. — contestó.

— prefiero hacerlo sola.

Jungwon ignoró mis palabras y de imprevisto me alzó llevándome a la tina donde me pidió que me sacara mi ropa.

Con miedo accedí a su orden hasta que el agua llenó mi cuello junto con las burbujas y cerré mis ojos al sentir como sus manos empezaban a hacer pequeños movimientos circulares por todo mi cuero cabelludo.

— hoy habrá un evento de niños.

— y... Donaré una gran cantidad asique me gustaría que fueras conmigo.

¿Me estaba pidiendo ir con el?
¿Por primera vez no me estaba obligando a hacer algo?

Supongo que hoy era un Jungwon bipolar y que el jungwon psicópata estaba casi toda la semana.

Asentí sin querer responder y dejé que lavara mi cabello y cuerpo para salir sola y también buscar un vestido cómodo, con colores de mi agrado asique opté por:

Asentí sin querer responder y dejé que lavara mi cabello y cuerpo para salir sola y también buscar un vestido cómodo, con colores de mi agrado asique opté por:

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Salí de mi habitación y bajé las escaleras esperando en la sala en silencio.

— ¿¡Cómo no voy a tener algo lila!? — gritó Jungwon desde una de las habitaciones.

— Señor, dijo que no le gustaba el lila. — contestó Xu.

— ¡Ahora sí me gusta? — respondió molesto.

Oí sus pasos a través de la escalera y me levanté caminando hacia la puerta.

Miré a Jungwon con lentitud preguntándome de forma obvia porque quería ponerse algo Lila si terminó con algo blanco.

consígueme algo lila la próxima o ya verás. — advirtió Jungwon saliendo de la casa.

Suspiré hondo notando el rostro de miedo que tenía xu y me dirigí al auto de Jungwon, entré en silencio sintiendo su mirada para oír su halago.

— estás linda.

— Uhm.

El permaneció en silencio y comenzó a conducir por largos minutos hasta llegar a un enorme orfanato para niños con discapacidades.

Bajé del auto observando que en el jardín de aquel lugar había algunos niños con globos, coloreando, con juguetes y otros corriendo junto a niños en silla de ruedas o muletas.

Dejé de verlos al sentir como Jungwon tomaba mi cadera empezando a caminar dentro del lugar.

— ¡Bienvenido señor Yang! — contestó una monja haciendo una reverencia.

— ¿Cómo está hermana Yuri? — preguntó Jungwon.

— Bastante bien, ahora mejor que te he visto. — contestó con una tierna sonrisa — ¿Conseguiste a una mujer?

Miré a la monja y sonreí con falsedad.

— Si, es muy linda. — contestó Jungwon con una sonrisa enorme.

Caminamos hacia el jardín viendo a personas de una sociedad alta pero sinceramente, no creo que más alta que Jungwon.

Algunos se veían empresarios normales que armaban donaciones para estos lugares.

Luego estaba Jungwon que solo donaba dinero sin tener que trabajar.

𝑁𝑜𝑡 𝑓𝑜𝑟 𝑠𝑎𝑙𝑒 | YJ & TN | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora