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Bajé mi mano hacia mi pierna mientras agachaba la cabeza apenada.

te dije que no entraras... — Murmure aún llorando.

Jungwon dió un pequeño paso y luego se alejó para tomar su teléfono y llamar a alguien avisando en dónde se encontraba.

.   .   .

— La joven apenas tenía casi 2 semanas de embarazo, es bastante prematuro. — contestó el doctor tirando los guantes ensangrentados a la basura.

— ¿2 semanas? — preguntó Jungwon sin poder creerlo.

— Si señor Yang. — suspira — si realmente quiere ser padre, trate de que ella no lo pierda por su culpa.

Jungwon me observó desde la puerta y entró a la habitación ignorando que el doctor aún siguiera hablando con el.

Se acercó y se sentó en el sofá.

— era... Una niña? — preguntó Jungwon.

— ¿Cómo voy a saberlo? — respondí con ironía.

Desvíe la mirada a la manta y dejé acostar mi cuerpo con lentitud.

— que te pasó en el cuello. — Murmuro Jungwon levantándose.

Jungwon tomó mi mejilla y observó mi cuello con lentitud pasando su dedo por las marcas que había dejado matteo.

— agh, ¡Alejate! — grité empujándolo.

— maldito raro. — Susurré.

Eso llegó a oídos de Jungwon pero en vez de recibir una golpiza, solo dejó la habitación... No sin antes decirles a los demás que me controlaran a la hora de tomar mis medicamentos para mejorar.

Cerré mis ojos queriendo descansar pero duré largas horas despierta.

Si bien debía ser sincera, no me encariñé con el bebé: no porque no lo quisiera, sino porque en el momento de perderlo me enteré de su existencia.

El susto de ver tanta sangre provocó mis lágrimas...

Lo cual me hacía sentir aún peor de lo que ya estaba.

4:00 am

Me levanté con cuidado y caminé fuera de la habitación oyendo objetos romperse, gritos y varios golpes...

Me asomé a una habitación notando la oficina de Jungwon destrozada por completo, cuadros costosos en el suelo, vidrios por doquier, hojas despedazadas por el agua y en el medio de la habitación un Jungwon golpeándose así mismo.

— maldito raro. — contestó abofeteandose.

— No, no lo soy. — Susurró parando el golpe.

— cierra la puta boca! — gritó mientras advertía con su dedo.

Tape mi boca al ver cómo pateaba el escritorio y simplemente retrocedí dos pasos.

Ahí es donde pude entrar en razón con Jungwon.

Debía intentar lo mismo con Jungwon porque con Matteo sirvió sin ni siquiera fingir lo que había hecho esa noche.

Con Jungwon debía esforzarme más porque el puede ser un maldito enfermo pero también es astuto.

.

— muy agradable de tu parte que me hayas invitado a tomar un té. — contestó Jungwon apoyando el arma en la mesa.

— Lindo, ¿No crees? — preguntó Matteo con una sonrisa.

— Mira. — suspira y se sienta — Sinceramente eres muy predecible, ¿Quien es el único idiota que escondería a una chica en la vieja casa del bosque?

Matteo ríe.

— Me atrapaste, felicidades Jungwon. — contestó tomando del té. — Toma del té, me sentiré mal si no lo haces.

Jungwon echó una pequeña sonrisa y solo alejó la taza con lentitud.

— Prefiero el té sin drogas. — advirtió.

Matteo dejó de sonreír y colocó su pistola en la otra esquina de la mesa.

— Bien, ¿Cómo está ella? — preguntó Matteo.

— No te interesa.

— Claro que sí me interesa, supongo que debe estar rogando para que vaya a buscarla. — contestó.

— ¿Tú crees? — preguntó Jungwon desajustando su corbata.

— Bueno, al menos me rogaba por otra cosa. — contestó tomando el té.

Jungwon alejó el pedazo de tarta que estaba a punto de meter a su boca y lo dejó lentamente en la mesa.

— que cosa.

— Supongo que no te lo dijo.

— Que cosa. — contestó entre dientes.

— Oh bueno, esa noche solo se desnudó frente a mis ojos y tuvimos sexo en el sofá de casa. — respondió con tranquilidad.

— ¿Cómo esperas que te crea? — preguntó Jungwon riendo y ladeando la cabeza.

— Solo mira su marca en el cuello.

Jungwon desapareció su sonrisa y solo se levantó dejando la invitación del té con Matteo.

Llegó a la casa enfurecido y con velocidad busco a Tn quien estaba sentada en el comedor desayunando.

— ¡Tn! — gritó Jungwon apenas entró a la habitación.

Dejé la cuchara en el plato intimidada por su grito y nerviosa al ver cómo caminaba hacia a mi para caer al suelo por su fuerte golpe en mi ojo.

— ¿¡Cómo te atreves a engañarme con Matteo!?  — gritó tomando el cabello de Tn.

— ¡Suéltame! — grité con desesperación.

Apoyé una mano en el suelo con dificultad para lograr soltarme he intentar alejarme gateando.

— ¡Eres una prostituta, una perra! — alzó la voz para abofetear la mejilla de Tn.

Miré al suelo aturdida y con un poco de mareo para alejarlo débilmente y solo mirar al suelo mientras suplicaba que me dejara sola.

— Ya me tienes harto. — contestó cruzandose de brazos.

— porfavor... — Susurré

— Te lo advierto Tn, comienza a ser una buena chica o la próxima muerte que verás será la de Niki. — advirtió para ir hacia la puerta.

— Y menos mal que perdiste a ese bebé, porque sino, el maldito bebé sería de matteo.

— que asco. — Susurró dejando la habitación.

𝑁𝑜𝑡 𝑓𝑜𝑟 𝑠𝑎𝑙𝑒 | YJ & TN | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora