𝑁𝑜𝑡 𝑓𝑜𝑟 𝑠𝑎𝑙𝑒 | YJ & TN |

57

Miré a mi alrededor notando algunas casas abandonadas en medio de aquel campo.

Me levanté queriendo hablar pero Jungwon me ganó la palabra.

— Sígueme.

Caminamos hacia un granero y nos dirigimos al segundos piso con mucha prisa ya que desde cerca se había visto como los hombres de Matteo apagaban sus linternas para entrar a donde estábamos.

— quédate aquí... El suelo podría caer. — contestó Jungwon en un susurro.

Pero...

¿Es mejor vivir con matteo?
Ellos me brindarán la seguridad y la libertad que merezco...

Me gustaría intentarlo o al menos, escapar de aquí.

— ¡Sé que estás aquí Jungwon! — gritó Matteo.

La suela de su zapato aplastaba el heno seco y las piedras del granero.
La luz de su linterna entraba por los pequeños huecos del  segundos piso y podía darme cuenta que intentaban entrar por la enorme ventana.

Miré la otra ventana para dar al menos 3 pasos con la intención de escapar.

— TN NO! — Susurró Jungwon estirando su mano.

Uno
Dos
Tres

La madera rechinó en donde me encontraba y de un momento a otro, el suelo desapareció cayendo arriba de matteo y sus hombres.

Una vez arriba del pequeño derrumbe, intenté moverme y me levanté sintiendo la esperanza de poder salir de aquí ya que nadie se movía y todos parecían inconscientes.

Caminé con lentitud a causa del golpe hasta que tomaron mi brazo con brusqueza.

— ¡¿A dónde crees que vas?! — gritó Jungwon empezando a samarrear el brazo de Tn.

— ¡Dejame ir! — grité llorando.

Jungwon se negó a dejarme ir hasta oírse el sonido de un disparo llegando  el momento de acuclillarse y bajar su mirada empezando a soltar lentamente la mano.

Alejé la mano asustada y levanté la mirada viendo a matteo bajar su pistola.

Le había disparado a Jungwon.

— es patético que arriesgues todo por ella. — contestó entre una sonrisa.

Todo su cuerpo cayó al suelo dejando a la vista una bala en el medio de su espalda.

— Tn... Corre. — Susurró débilmente.

Retrocedí unos cuantos pasos para chocar contra dos hombres y ser metida a un auto a la fuerza.

Intenté salir por la puerta pero en mis labios apoyaron un paño húmedo empezando a drogarme de forma muy rápida...

Mis ojos se iban cerrando y apenas podía ver qué el cuerpo de Jungwon seguía inmóvil.

.     .     .

— ¿Seguirás ignorando? — preguntó Matteo.

El se encontraba sentado en la otra esquina de la mesa...

— Ya te dije lo que haría contigo, ¿Porque no quieres aceptar? — preguntó.

Tal vez, si obedecía podría ganarme mejor libertad...

Matteo comentó sobre cómo sería su trato conmigo.
Dejaría que saliera de casa con hombres para mí seguridad, me daría todo lo material que quisiera, no habrían subastas, amenazadas y menos algo que el quisiera y yo no...

Era mucho mejor que Jungwon, debía admitirlo.

— Acepto. — contesté.

Me levanté de mi mesa con lentitud y caminé hacia Matteo.

No sabía nada de él a excepción de su nombre y sus rasgos característicos.

Cabello negro, tez blanca, unos ojos verdes oscuros, alto de al menos 1,70 y tal vez una persona importante sobre la mafia de Italia...

Llegué hacia donde estaba el y me senté en sus piernas para próximamente dejar un corto beso en sus labios.

— si acepto.