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Capitulo corto

Apreté mis manos una vez que recobré el aire y me acerque mirando hacia la ventana.

No podía ver a nadie entre aquellos árboles, realmente no podía ver a nadie...

Solté un suspiro y me levanté empezando a tomar prendas del armario para vestirme, observé las manchas de sangre en las sabanas y luego las del suelo sonriendo inconscientemente.

.     .     .

Pensé que si Xu estaba herido, dejaría de molestarme.

Estaba tan equivocada.

A la mañana siguiente entró a la habitación y me arrastró del cabello hasta su oficina donde próximamente sostuvo mi brazo y me obligó a sentarme en la silla de su oficina.

En medio del escritorio había una carta abierta.

— ¿Q-que es e— interrumpida.

— ¡Léelo! — gritó golpeando la cabeza de Tn.

Solté un quejido bajo y tomé la carta con temor.

La mayor amenaza a nuestra democracia no viene de aquellos que abiertamente se oponen a nosotros, sino de aquellos que lo hacen en silencio junto a nosotros.

Ten cuidado, no es una amenaza, es una advertencia para que después no te arrepientas.”

- YJ


Dejé la carta en el escritorio atenta a esas iniciales.

— ¿¡Sabes de quién es!? — preguntó Xu.

Intenté hablar pero la felicidad en mi interior no me lo permitía.

— ¡Jungwon! — gritó agarrando la carta para hacerla un bollo.

Bajé la cabeza mordiendo mi labio con una sonrisa para empezar a reírme.

— ¿Que es gracioso? — preguntó con ironía.

— Vendrá a matarte. — Susurré con una sonrisa.

Pensé que Xu me golpearia o al menos me mataría... Pero solo soltó una pequeña sonrisa provocando que dejara de sonreír.

Ya no tenía control de mis emociones.

Su mano se posó en mi hombro apretando levemente.

— No tengo miedo a la muerte. — respondió.

Tú deberías tener miedo a morir, después de todo, Jungwon viene a por ti. — contestó.

Eso fue suficiente como para sentirme rendida ante Xu.

Asique... — Susurró riendo nuevamente. — ¿Porque no me ves?

Xu tomó mi mejilla de la nada y me obligó a ver la venda de su mejilla.

— ¿Quieres ver lo que provocó? — preguntó.

— No...

Xu tomó la venda y se la sacó tirandola al suelo.

Mi boca se llenó de saliva y no pude evitar vomitar por su herida, podía ver sus dientes blancos, pequeños hilos de carne entre ellos y quemaduras al costado de su herida.

Parecía un maldito zombie.

Quedé en el suelo agarrando mi estómago con fuerza al recordar la terrible imagen.

— Señor, aquí estamos. — respondieron los hombres al entrar a la oficina.

— Preparenla para la fiesta de esta noche, quiero que sea la que más destaque entre las demás.

— Pero señor, eso significa que

— No me importa, que salga desnuda, drogada, inmóvil, da igual.

— Entendido.

— Quiero que revisen cada invitado que entre a la mansión. — contestó observando como cubrían el ventanal de la oficina. — Entre los invitados estará Jungwon y quiero que sea la última vez que lo vea.

— Entendido señor.

Los hombres me tomaron de los brazos y me alzaron llevándome fuera de su oficina, me tiraron en la tina de mi habitación y abrieron el agua helada.

Allí me ducharon pasando la esponja con mucha fuerza por todo mi cuerpo, me tiraban del cabello si no les gustaba algo y me vestían a la fuerza.

Las horas pasaron y Xu vino a buscarme para salir de la habitación fingiendo una vez más en que todo estaba bien.

Nos acercamos al balcón para cerrar mis ojos aturdida y cegada por los aplausos y fotos de las personas.

— abre los ojos antes que te golpee. — advirtió Xu en un susurro.

Hice caso y bajé las escaleras a su ritmo para ver al hombre con la máscara.

— Viniste. — contestó Xu sorprendido.

— Recibí la invitación. — contestó.

— Quiero recordarte que no es una fiesta de máscaras ridículas, puedes sacartela. — contestó.

— No gracias.

Xu extendió su mano hacia la máscara del hombre intentando sacarla pero apenas apoyó un dedo, el hombre tomó su brazo con fuerza.

— ¿No oíste? Te dije que no. — respondió.

Como si ya no llamara la suficiente atención de su alrededor, terminó agarrando la muñeca de Xu volteandolo y empujandolo al suelo con diversión.

— Conoce tus límites, Xu.

Abrí mi boca al oír que el hombre sabía el nombre del idiota y en mi mente llegó la idea de que podría ser Jungwon...

Pero para cuando miré al hombre, el ya no estaba...
Había desaparecido como arte de magia.

𝑁𝑜𝑡 𝑓𝑜𝑟 𝑠𝑎𝑙𝑒 | YJ & TN | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora