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Los guardias me soltaron pero aún seguía en mi lugar, sin moverme, sin respirar y menos, pestañear.

Jungwon acarició mi mejilla dejando la sangre de sus manos en mi rostro y se acercó para darme un corto beso.

— la próxima es tu madre. — contestó.

Jungwon chupó uno de sus dedos con sangre y sonrió dejando a la vista sus dientes con un tono rojo por lo de hace segundos, volvió a besar mis labios y soltó el machete para caminar hacia la entrada y susurrar al guardia.

— Encierren todo, que se quede sola durante dos días, no saquen el cuerpo, no limpien nada y no toquen nada.
Los guardias estarán afuera. — advirtió.

Sentí como Jungwon giraba su rostro y me observaba con seriedad.

de esta forma aprenderá. — contestó.

Minutos pasaron y comenzaron a apagar todo a excepción de una sola luz, cerraron los balcones, las salidas y las ventanas dejando la comida afuera, todo desordenado y probablemente helado.

.

Durante el primer día, el cuerpo pasó a estar de un color ceniza y completamente frío... La comida que perdió la cadena de frio comenzó a soltar olor y el lugar se convirtió más húmedo provocando que hubiesen ampollas en el cuerpo de Louis.

Podía ver cómo sus ojos blancos parecían mirarme hacia a mi, como sus labios estaban secos y morados y como su cuerpo parecía haberse hinchado a causa de la humedad.

El olor simplemente me descomponía...

El segundo día llegó y casi no se podía estar por el mal olor del cuerpo, además de haber vomitado, arañando la puerta al pedir ayuda, el no haber dormido nada al estar traumada y no comer ni una pizca de comida.

Había llorado durante esos dos días y solo por dos razones.

1- la familia se preguntará y lo buscará... Sus amigos jamás sabrán de su muerte.

2- murió por mi culpa.

Abrace mis piernas mientras me clavaba las uñas por décima vez hasta oír como abrían las puertas dejando oír el eco de los pasos de Jungwon en el salón.

— agh. Que olor. — comentó con asco.

Jungwon se tapó el rostro mientras me buscaba hasta llegar a mi y cruzarse de brazos.

— ¿Aprendiste la lección? — preguntó.

No estaba prestándole atención.

Tomó mi rostro y me obligó a verlo.

— Te pregunté si aprendiste la lección. — habló resonando sus palabras.

Miré sus ojos con miedo y asentí para safarme de su agarre y bajar la mirada cerrando mis ojos.

— perfecto, ahora... Uff... — vuelve a quejarse — quemen el cuerpo, destruyan el evento y llevensela.

— ¿A su casa señor Yang? — preguntó el hombre.

— ¿Que te parece idiota? — preguntó con sarcasmo. — Pídele a Xu que la duche y la acueste, también que le dé comida.

Sus ordenes eran como si no tuviera otra opción que aguantarme a mi...

Yo debo aguantarlo a el.

— ¿Usted no viene? — preguntó otro hombre.

— Tengo reunión con el viejo. — contestó irritado.

Me sacaron del salón a rastras y me metieron en el auto.

.

Abri mis ojos he intenté moverme al sentir masajes en mi cuello.

— Shh... Cálmate, soy yo. — contestó Jungwon.

Con miedo, hundí un poco más mi cuerpo en el agua con las burbujas.

— Hablé con Massimo. — Murmuró. — Le rechacé el acuerdo de terrenos. — contestó sacando sus manos de los hombros de Tn.

Jungwon se agachó y apoyó su rostro en la esquina de la tina buscando que lo mirara directamente a sus ojos.

— Padre se enojó mucho conmigo por culpa tuya pero no te lastimare, no soy de esos chicos. — contestó.

Miré su rostro observando un corte entre su ceja y mejilla, era una herida que pasaba desde su ceja, ojo hasta su mejilla pero extrañamente, no daño el ojo completo...

Es como si un gato con garras gruesas lo hubiera lastimado...

— por eso, debes confiar en mi. — Murmuro.

— porque yo no te lastimare. — contestó.

𝑁𝑜𝑡 𝑓𝑜𝑟 𝑠𝑎𝑙𝑒 | YJ & TN | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora