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Caminamos hacia su casa hasta que en el momento de entrar fui arrojada al suelo viendo cómo Jungwon me apuntaba.

— Camina. — señaló las escaleras.

Me levanté con cuidado y comencé a subir las escaleras preocupada de lo que pudiera hacer.
Sentí como su mano presionaba mi hombro haciendo de guía a la hora de meterme a lo que se supone que era la habitación de Jungwon...

Su habitación se parecía una sala de lo enorme que era.

Me giré observando a Jungwon el cual volvía arrastrando una silla para sentarse en el medio de la sala.

¿Y? — preguntó moviendo el arma.

— q...que.

Jungwon puso sus ojos en blanco y suspiró hondo.

— ¿Acaso tengo que decirte lo que tienes que hacer? — preguntó de forma sarcástica.

— no.. no lo s— interrumpida.

— Desnudate.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al oír esa palabra he inmediatamente negué rotundamente.

— Ahora. — contestó con un tono de voz más alto que el anterior.

Mordí mi labio y cedi ante su orden comenzando a desvestirme poco a poco sintiendo su mirada en cualquier zona de mi cuerpo.

Una vez ya desnuda, Jungwon desabrochó dos botones de su camisa siendo una de las razones por la cual comencé a llorar.

Seguí tapando mi cuerpo totalmente aterrada por lo que podría pasar hasta oír su comentario.

— ¿Tanto te costaba? — preguntó.

— no entiendo...

— Ve a bañarte, apestas. — respondió.

¿Bañarme? ¿Solamente yo?

Jungwon salió de la habitación al estar cansado de que su celular no dejara de sonar logrando tener mi tiempo para darme una ducha.

.    .   .

Para cuándo baje, ya era tarde.

Esperaba alguna cena pero como dije antes, Jungwon no parecía preocuparse en si comía o no...

Me tenía como un perro abandonado, literal.

Caminé hacia la cocina oyendo una voz femenina provenir de la sala.

Una voz muy conocida.

A pasos cortos y silenciosos me dirigí a la sala notando a Jungwon sentado en el sofá y a Polly dejando besos en su cuello.

— ¿Polly? — Susurré por lo bajo.

Claro que era ella.

Solo me sorprendía que siguiera teniendo contacto, especialmente de que el último día que la vi, había dejado de estar enamorada de Jungwon cómo ella siempre solía hacer.

— estas tenso, ¿Que te preocupa? — preguntó Polly acariciando el cabello con lentitud.

— Sigue en tu asunto. — respondió con sequedad.

Polly no le respondió nada por lo que solo miré unos cortos segundos hasta ver cómo Jungwon dejaba caer su cabeza soltando una respiración rara.

Es lo que todos suponemos.

Me aleje de allí y caminé hacia el segundo piso con la intención de volver a mi habitación pero la intriga me estaba matando por dentro.

Necesitaba saber dónde podría ser el típico cuarto de armas que Jungwon tenía.

Caminé y entre en cada habitación con cuidado llegando a su oficina.

Una vez allí, revise su mueble, detrás de cuadros, debajo del escritorio hasta oír la madera rechinar.
Miré hacia abajo notando una pequeña puerta y moví la alfombra para abrir está y encontrar varios documentos.

Los tomé y me levanté para apoyarlos en el escritorio.

— "Yang Gionni Jungwon" — Susurré.

Abrí el documento viendo una foto de Jungwon cuando tenía al menos 1 añito y abajo mostraba sus vacunas, el la siguiente hoja pasó a los 8 años mostrando unos antiguos documentos firmados sobre confirmación de tutores a huérfano.

Su edad seguía pasando y habían pequeñas notas o descripciones sobre Jungwon al momento de ir a un psicólogo por su mal comportamiento.

No lograba entender mucho ya que prácticamente estaba en italiano...

— bipolaridad... TDAH (hiperactividad cuando era niño).

No sabía que Jungwon tenía transtornos desde niño...
Sus dibujos eran oscuros y siniestros, en cada foto se mostraba a un Jungwon normal... No el de ahora.

Observé un folio en dónde se veía imágenes de niños que fueron golpeados por Jungwon pero al oír un ruido a lo lejos lo cerré y me gire para terminar cayendo al suelo por la bofetada de Jungwon.

Dejé caer toda la información de el al suelo percatandome de cómo veía lentamente las fotos de niños agredidos hasta el punto de tener vendas en sus brazos.

— ¿Acaso te di mi permiso? — preguntó furioso.

Me negué a contestar y por ello Jungwon volvió a golpearme.

— ¡Contesta!

Cerré mis ojos ante su grito pero seguí intentando no responder hasta que tomó mi brazo y a rastras caí en el sofá de su oficina.

Se sacó su camisa a la fuerza rompiendo los botones y la dejó en el suelo subiendo encima mío.

— estoy cansado de tus estúpidas ideas. — Murmuro sosteniendo ambas muñecas de Tn.

— ¡No era mi intención! — grité con desesperación.

Bajó mi braga hacia mis pies y luego observé como bajaba su pantalón con rapidez.

Sus besos asquerosos se hicieron presente en mi cuello recordando exactamente como James había abusado de mi en el campamento...

La sensación es la misma.

𝑁𝑜𝑡 𝑓𝑜𝑟 𝑠𝑎𝑙𝑒 | YJ & TN | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora