Mahidevran Sultán.

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Ollas de agua caliente ingresaban a la habitación, sábanas teñidas de rojo salían de esos aposentos medianos, algunos aghas preparaban otros aposentos más grandes, gritos y alaridos alarmantes se podían escuchar, el murmullo femenino no se hizo de esperar, una pelirroja lloraba en su habitación con un vientre totalmente grande que llamaba la atención.

-Nurhan si tiene otro varón y yo también mataran a mi bebé.

-hurrem si la kadin tiene un niño y tú igual no pasará nada, el sultán está vivo.

-no se preocupe señorita hurrem, mientras el sultán viva usted y su bebé estarán bien.

-suheyla... Ojalá tenga una niña, se terminaría mi problema.

-una niña sería tú fin Hatun.

-¿Que es lo que dices?

-una niña no es bienvenida. Si le das una hija al sultán, no volverás a la hasoda.

-vamos hurrem levántate y vamos.

-a dónde.-nurhan le extendió una caja con un amuleto de protección hecho de oro y piedras.

-eres la madre de un bebé de la dinastía, levántate,que no te vean derrotada- menciono suheyla.

-...- la pelirroja se abalanzó contra ambas criadas en un abrazo, tomo el cofre seco sus lágrimas y salió de sus aposentos bien arreglada.

Afuera estaban ayse y firial kalfa

-mira que hermosa te vez, viniste a saber si ya nació el nuevo principe?

-no ayse, no soy una entrometida cómo tú. Vine a regalarle algo al nuevo principe- decir la palabra principe le removía algo raro en el vientre, a su bebé no le agradaba.

-la acompaño señorita.- dijo firial.

Hurrem se reverencio ante la madre sultana y la sultana hatice quien sonrió complacida con su sola presencia.

-¿que haces aquí hatun?- dijo hafsa.

-no quiero molestar sultana...solo traje un presente para el nuevo principe de la kadin -ahí estaba otra vez esa sensación se escuchaba bien pero por dentro se sentía un trago totalmente amargo.

-quiero verlo- hafsa abrió el cofre y lo toco sin descaro, Lamento lentamente no haberle puesto veneno.

-es muy hermoso señorita, gracias- dijo hatice, hurrem iba a marcharse pero la detuvieron.

-quedate hurrem, dáselo tú en persona es lo apropiado.

Un grito de una madre y un bebé resonaron en la habitación, el mundo de hurrem se dejó caer. Veía todo en cámara lenta, la madre sultana ingreso sin aviso y hatice le dió una mirada de pena completa, el llamado de hafsa a hatice la hizo entrar devuelta en razón de esa escena donde todo le daba vueltas.

-pasen...- la cara de hafsa era de felicidad plena, hatice entro primero, el olor a sangre inundó la habitación y mis fosas nasales, el sudor también estába presente y un ligero olor a jazmines, quien dijo que el parto era hermoso y te dejaba increíble era una asquerosa mentira.

-señorita, a qué debo su presencia?- dijo mahidevran estaba cabizbaja y se la notaba llorosa.

-hurrem trae un amuleto de protección para el bebé, yo ya lo ví es magnífico.

-inciemos con la ceremonia de nombramiento.- dijo hafsa.

-gracias, hatun -dijo mahidevran.

hurrem se acercó a la cuna y vio una tela blanca con rosa y unas estrellas bordadas en hilos dorados, hato el amuleto a la pequeña cuna y se alejo...el famoso principe es una niña, sonrió levemente y se posicionó al lado de gulfem que recién llegó.

Serpiente RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora