Las palabras que nos debíamos

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Una recuperada Hürrem recién despertaba luego de dos días en una especie de 'coma' según la doctora la sultana tenía estrés y nada más. Pero hay un veredicto médico que la sultana aún no sabía.

-Hurrem.-Susurro suleiman tallandose los ojos, el había dormido dos días encima de ella esperando que despertara.

-Suleiman...-El cayo a la pelirroja con una seña simple.

-No hagas esfuerzo, fueron muchas emociones mi querida. Dormiste dos días, nuestros hijos te extrañan.

-Pase algo de estrés creo y me desplome.

-No estabas comiendo bien últimamente, lo dijo la doctora. Escucha se que estás molesta, pero debes cuidarte mi sultana.

-Si, lo sé pero...

-Hurrem debes cuidarte pues llevas un miembro de la dinastía en tú vientre.-Menciono suleiman, hurrem comenzó a llorar lentamente. Lágrimas saladas escapaban por sus ojos, después de decir que no quería más hijos suyos allah le hacía esto.

-Veo que no estás feliz.–hablo nuevamente Suleyman.

-Si lo estoy! Pero no quería más hijos suyos porque me sentí abandonada!

-Entiendo, dímelo todo.-Pidio suleiman a ciegas, sabiendo que podría dolerle y auto lastimarse con lo que ella diga. Corrió el riesgo y le pregunto, quería cortar esa racha de palabras sin expresar.

-Seria tonto.-Dijo Hurrem.

-Te lo pido...

-Estoy cansada...No creí volver a quedar embarazada y estoy feliz por ello, sin embargo me siento aterrada Sabe! el vivir en el Harén no es solo usar lindos vestidos y joyas como los hombres creen no todo se trata de tener Miles de cofres con oro y plata. También es vivir con miedo un miedo punzante y constante.-Los ojos de suleiman seguían a Hürrem conforme hablaba y se explicaba.

-continua.-Pidio el sultán, está tomo un poco más de aire y continúo.

-Todos los días al levantarme me fijo si mis hijos están respirando porque quizás los pueden haber asesinado mientras yo duermo, suleiman! Reviso la leche materna que le dan a cada uno de mis hijos para asegurarme que no tengan veneno alguno. No confio ni en mis criadas porque si Nurhan fue a sus aposentos y después fue capaz de mentir para dañarme que me asegura que el resto que me rodea no haga igual.

-Quedate tranquila que ya no serán un problema.

-No, déjeme hablar. Mahidevran vive diciéndome cosas sobre que su hijo matara al mío cuando sea sultán. Sigo pariendo hijos que quizás mueran y no vivo tranquila porque quizás o me acusen de cosas que no hago o me encierren o me golpeen por insolente y me nieguen ver a lo único que me importa que son mis hijos. Usted antes era mi prioridad pero yo no fui la suya y eso me dolió muchísimo, solo quiero que me valore. Que sepa que yo le soy leal a usted y nadie más pero no sé confunda. Pues no me dejaré de nadie más, ni de usted si ya no me quiere.-suleiman se quebró y abrazo a Hurrem fuertemente.

-Lo lamento.-Dijo con la voz entre cortada y con lágrimas cayendo de sus ojos. Hürrem sintió una ola de culpa por su sinceridad extremista y lloro junto con el abrazados ambos sin soltarse y dejando salir ese dolor que tanto pinchaba su corazón, su mente y su alma.

Quien viera todo de afuera se le haría horrible ver cómo el Sultán se doblegaba ante una esclava, pero hafsa quien había ido a felicitar a su nuera por su embarazo veía la escena con ternura. No era ni la sultana ni el sultán, eran Hürrem y suleiman, su hijo y su nuera teniendo un momento de pareja. Un momento que otro sultán jamás tuvo con una concubina ni si quiera su esposo Selim con ella.
La valide se retiró con una sonrisa en el rostro, esto fortalecería a la pareja y quizás se vengan tiempos tranquilos...

Serpiente RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora