1. TENEMOS QUE HABLAR.

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SANEM:
¿Cómo revivir cuando lo que te hacía estar viva ya no está a tu lado? Creía que el amor era esa fuerza capaz de sostener hasta el peso más grande del mundo pero el amor para mí es una gran mentira. Tengo 28 años y siento que una parte de mi vida se ha ido con él, ¿Cómo pensar en otra persona que no sea Baris? Jamás podré estar con otro hombre, si no es él, no quiero a nadie.

Siempre he sido una chica muy soñadora pero con los pies en el suelo, creía que mi vida era perfecta aunque siempre he defendido que la perfección no existe...Gozaba de un buen trabajo, una buena situación económica, una casa bonita, cómoda y en una zona muy bien situada de Estambul. El hombre de mis sueños y el que muchas mujeres querrían tener estaba a mi lado, me amaba y me pidió matrimonio el día de mi 28 cumpleaños, ¿Cómo olvidar un día así?.

Había pedido la mano a mis padres y los preparativos de nuestra boda también habían comenzado. Pese al ritmo acelerado de los dos siempre buscábamos el momento para soñar despiertos...imaginando la boda de nuestros sueños, pero, quizá todo era demasiado bonito para ser cierto. ¿Cómo asimilar que el hombre del que estás enamorada te espere en casa una noche para decirte la famosa frase de: Tenemos que hablar?

Me costó reconocerlo pero justo al avanzar hasta el sofá donde me esperaba para que me sentara a su lado vi todo en su mirada. Sabía que el final había llegado. Sus ojos azules ya no eran los mismos que me miraban con amor, compresión, deseo, pasión, esa noche estaban apagados y mi corazón lo sintió.

Baris se metió en mi vida, en mis huesos, fue mi mayor apoyo en el proceso de separación de mis padres, ayudó en todo lo posible en la empresa de mi madre para que la que yo también trabajo, fue nuestro abogado y desde que él puso un pie en ese edificio todo fue a mejor. Baris es el hombre más noble y generoso que he conocido en mi vida, entró en mi familia, se ganó el cariño de mi padre, de mis hermanos, de mi madre y de mis abuelos. Mi padre y él se llevan tan bien que creo que a él le está costando tanto como a mí asimilar todo esto...

Si pienso en Baris me falta el aliento, me duele el pecho y me cuesta no llegar a marearme, he desarrollado crisis de ansiedad a raíz de nuestra separación y eso, sentirme mareada, es uno de mis grandes miedos, tengo miedo a no poder manejar mi cuerpo, pero honestamente tengo más miedo a no poder manejar mi vida sin él.

Mi terapeuta dice que es importante respirar y yo no desisto con las técnicas que me ha enseñado pero a veces siento que alguien oprime mi garganta con dos manos invisibles y por mucho que ponga de mi parte no puedo lograr controlar mi respiración, entonces llega el mareo y todo se nubla, la luz se apaga y cuando se vuelve a encender estoy tendida en el suelo y con las piernas en alto.

Baris no fue mi primer amor, cuando comencé en el instituto me enamoré de Ugur, fue mi primer novio, con él descubrí lo que era sentir mariposas en el estómago, un amor adolescente, loco, bonito, pero éramos demasiado jóvenes como para que esa relación llegara a buen puerto, fueron dos años muy bonitos e intensos y así como llegaron las mariposas llegó mi primera decepción amorosa, sentí por primera vez que me moría.

Hasta llegar a Baris conocí a Erdem, si pienso en él recuerdo sus bromas y las risas que despertaba en mí, eso fue lo que me atrajo de él, su sentido del humor, todo el que estaba a su alrededor reía a morir y yo caí en sus redes. ¡Cuánto me divertí con él! pero Erdem era tan divertido como mujeriego...otra decepción más que sumar, lo único bueno de todo fue que no se escondió para admitir que él no era hombre de una sólo mujer, menudo sinvergüenza...pero aún así y con todo el dolor que sentí, reí tanto a su lado que no le guardo rencor.

Mi madre dice que tengo miedo a estar sola, que ese es mi principal problema. Creo que también es el de ella aunque no lo quiera reconocer, hace 2 años después de 28 años de matrimonio y 2 de noviazgo con mi padre tomó la decisión de divorciarse, a pesar de ser consciente de que la situación de ellos no pasaba por un buen momento cuando mi madre dió el paso, el mundo se cayó a mis pies. Pero con el tiempo y con la ayuda de Baris entendí que era lo mejor que podía suceder.

El Amor Todo Locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora