64. EL AMOR DE VERDAD TRIUNFA, EXISTE.

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CAN:
Cuando Sanem se duerme yo también lo hago, debían ser como las cinco de la madrugada cuando he caído rendido. Nuestro vuelo para Ámsterdam sale por la tarde por lo que tenemos toda la mañana para descansar y el medio día para comer y prepararnos sin prisas. Ese fue uno de los motivos de pasar la noche de bodas en casa, no tener un horario como en el hotel. No me parecía nada romántico madrugar, mucho menos tener nuestro primer desayuno en un restaurante, me parecía frío, además ya compartimos ayer nuestro día con familiares y amigos el resto nos pertenece a ella y a mí.

Me he despertado, son las diez de la mañana y mi preciosa mujer aún duerme, hasta que se despierta me quedo embobado mirándola, me tiene hipnotizado. Sanem duerme boca abajo, con su cabeza ladeada hacia mí, sus manos están escondidas bajo la almohada, parece que sonríe, juraría que sonríe. Ayer fue un día muy feliz y creo que lo terminamos de la mejor forma.

Me acerco y planto un beso en su mejilla, luego en sus labios, coloco su mechón que ha caído hacia delante y paso el dorso de mis dedos para acariciar su delicada piel, Sanem hace algunos ruidos y engruña sus ojos para abrirlos despacio y bostezar, le sonrío y me sonríe y acto seguido coge mi cara para besarme.
-Can: Günaydin.
-Sanem: Günaydin aşkım.
-Can: ¿Cómo ha dormido mi preciosa mujer?
-Sanem: Muy bien, estaba muy cansada...

Sanem pone los morros hacia adelante y se incorpora para poco a poco ponerse encima de mí, está desnuda al igual que yo y sentir su piel con la mía me hace gemir, no tardo nada en excitarme.
-Can: Qué bonita eres.

Hundo mis dedos en su zona lumbar y voy subiendo con premura para acariciar su espalda, puedo notar los huesos de su columna y como los pequeños vellos de su piel se erizan.
Sus manos recorren mis costados y cuando se acerca para besarme no lo hace muy suave que digamos, quiere devorarme y lo está demostrando, sus gemidos en mi propia boca me hacen temblar de anticipación y cuando va a separarse tiro de su labio inferior, me pone y sé que a ella también aunque rápidamente lleva una de sus manos a él y pone una mueca de dolor.
-Sanem: ¡Au Can! Eso ha dolido.

Cuando miro con más detalle tiene una pequeña herida, diría que es la marca de su propia paleta pero no estoy muy seguro.
-Can: ¿He sido yo?

Sanem pasa su lengua por la herida y luego sonríe.
-Sanem: No, fui yo, anoche no pude aguantar...

Paso mi dedo índice por su labio y me fijo que por dentro también tiene una marca un poco más pequeña que la exterior. Dejo piquitos suaves y breves y cuando sonríe en medio del beso seguimos con lo que estábamos haciendo. Recorro su espalda y bajo del todo con mis manos hasta tener sus nalgas entre mis manos, masajeo, amaso y aprieto a mi gusto.

Es una de las partes que más me gustan de su cuerpo. Miento, realmente no podría decantarme sólo por una, ni siquiera por dos. Sanem se mueve sobre mí, rozándose contra mi sexo y mi deseo aumenta.

Media hora después estamos tumbados en la cama, ella sigue encima de mí sólo que ahora nuestros cuerpos están sudados, cansados y más felices que cuando nos despertamos. Sanem juega con los pelitos de mi pecho
-Sanem: Can, ha sido una decisión maravillosa venir aquí para pasar nuestra primera noche...
-Can: ¿Eso crees?
-Sanem: A pesar de no sonar del todo romántico al principio creo que es el plan más romántico del mundo. Ahora estaríamos terminando de desayunar, con un montón de gente alrededor... ¡Buuuf! Sólo con pensarlo me agobio.
-Can: Yo no quiero compartirte con nadie, desde ayer eres sólo para mí.

Sanem levanta su cabeza y me mira con una ceja levantada.
-Sanem: ¿Perdón?
-Can: ¿Leíste lo que firmaste?
-Sanem: No.
-Can: Mal hecho cariño... Has firmado un documento en el que me dabas todo, entrega absoluta hacia tu marido, así que sí, eres sólo para mí.
-Sanem: Imagino que el que tú firmaste también decía lo mismo...

El Amor Todo Locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora