El llanto de Emir me despierta pero cada vez se escucha más lejano y cuando soy consciente abro los ojos asustada, al girarme me encuentro que el niño no está en la cuna.
-Sanem: ¿Can?Grito desubicada.
-Can: Lo siento, lo he cogido lo más rápido que he podido... No quería que te despertaras.Dice desde el pasillo. Me pongo de pie y voy con ellos. Emir no deja de llorar.
-Sanem: Amor, ¿Qué te pasa?Digo cogiendo una de sus manos, Emir no llora, literalmente grita.
-Can: ¿Tendrá hambre?
-Sanem: Puede ser, ¿Qué hora es?
-Can: Son las 17:00.
-Sanem: ¿Qué? Joder.He dormido cuatro horas. ¿En qué momento he dormido tanto y no me he dado cuenta?
-Sanem: Lleva mucho tiempo sin comer, debe estar muerto de hambre, mi bebé precioso perdona a mamá...Digo bastante compungida. Cuando Nazli se fue me metí en la cama, me sentía tan mal que ni siquiera comí, solo pensaba dar una cabezada pero se me ha ido totalmente de las manos.
-Can: Estabas cansada, si has dormido tanto es porque lo necesitabas, iba a bajar para darle un biberón.
-Sanem: No me he extraído leche. Voy a darle el pecho.
-Can: Quiero serte útil, ¿Qué puedo hacer mientras?
-Sanem: ¿Puedes traer lo que hay en mi maletero? Quiero que te pruebes la mochila que le he comprado a Emir. La chica de la tienda me ha ayudado a probarla, no sabes qué cómodo es llevarlo ahí dentro.
-Can: De acuerdo. ¿Hace falta comprar algo?
-Sanem: Hay que ir a la farmacia. Esta mañana me despisté, tengo una nota en mi teléfono móvil con lo que hace falta. Creo que he dejado mi bolso en el asiento del copiloto...
-Can: Está bien. Y ya que voy a salir, ¿Quieres que traiga algo para cenar?
-Sanem: Nazli ha preparado un montón de comida, he dejado algunas cosas en la nevera, lo demás está en el congelador, vamos a tener unos cuantos almuerzos y cenas resueltos para la vuelta de viaje.
-Can: Perfecto.Can me da un beso en la frente, me da a Emir y baja al piso de abajo, yo voy a la habitación del bebé y después de pedirle perdón diez veces por haberme dormido le doy el pecho. Emir lo toma con desespero, tanto que llega a atragantarse, mi pobre hijo ha aguantado mucho sin comer, no sé cómo he podido dormir tanto tiempo lo cierto es que me duele un montón la cabeza y no siento que haya descansado nada. Can vuelve cargado de bolsas y resopla.
-Can: Cuando vi todas estas bolsas pensé. ¿Habrá comprado mi mujer mochilas porta bebés para medio país?Me río por el comentario y por la cara que ha puesto.
-Sanem: Es que no sólo está la mochila, he comprado un par de cosas para Emir y también para mí.
-Can: ¿Un par de cosas?
-Sanem: Bueno, unas cuantas cosas. Es el primer viaje del bebé y no me he podido contener, he comprado unos conjuntos de ropa que cuando se los veas puesto te vas a derretir.
-Can: Eres una chantajista... ¿Dónde las pongo?
-Sanem: Ponlas en el suelo, mañana lavaré lo que nos vayamos a llevar. Esa bolsa marrón es la de la mochila.Can la abre y se la hago probar, cuando Emir termina de comer lo metemos dentro. No pueden estar más bonitos, así juntitos. Sobre el cuerpo de mi marido, Emir, parece aún más pequeño, sólo se le ve un poquito la cabeza y sus dos piernecilla regordetas.
-Can: Qué comodidad, ¿Estás segura de que esto también es cómodo para el niño, verdad?
-Sanem: Por supuesto. Por algo se llama mochila ergonómica porque respeta y se adapta a las condiciones del bebé y además es súper segura.
-Can: Qué agusto. Lo cargaría todo el rato, me encanta el calor que desprende su cuerpo, me lo llevaría a la farmacia pero no puedo conducir con él así.
-Sanem: No, no puedes...Digo riéndome.
-Can: Hijo mío te dejo con mamá. Voy a comprar en cuanto vuelva voy a achucharte toda la noche.
-Sanem: Llévate mi móvil.
-Can: De acuerdo.
ESTÁS LEYENDO
El Amor Todo Locura.
Romance¿Quién controla nuestro corazón, nosotros mismos, las personas de las que estamos enamorados? ¿Cuando nuestra alma se rompe puede volver a su estado normal como cuando era pura y estaba vibrante? ¿Existen las personas con la capacidad de sanar? El...