157. ESTÁ DECIDIDO.

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Aprovechamos que Sanem está con los niños para coger las maletas del coche así como el cochecito de Burak. Les muestro la casa a nuestros amigos y les indico dónde está la habitación en la que se quedarán, de las cuatro, sin contar con la nuestra es la más grande, tiene cama de matrimonio, es muy espaciosa por lo que aún estando la cuna del niño podrán estar cómodos. Además el baño más grande está al lado. Vittoria y Nicolás quedan encantados, cuando bajamos de nuevo para enseñarles el jardín y la piscina vemos cómo Emir, ya mucho más amigable, le trae todos sus juguetes a Burak haciendo que estos rodeen al niño. Cuando trae el último juguete mira a Sanem y se ríe.
-Emir: Mamiii.

Pronuncia emocionado.
-Emir: El coche...

Burak se ha llevado uno de sus coches a la boca y a nuestro hijo le parece súper gracioso. Vittoria se agacha y se pone a su lado.
-Vittoria: Emir, tienes un montón de juguetes. Gracias por dejarle algunos a Burak, él no tiene unos coches tan bonitos como los tuyos.
-Sanem: Me lo quiero comer.

Sanem se muerde el labio y luego besa la cabeza de ese pequeño rollizo de pelo rubio. Dejo a las chicas conversando y paso a la cocina con Nicolás, le sirvo una cerveza bien fría y comienzo a preparar un tentempié, saco la jarra de limonada que Sanem ha preparado y voy colocando todo en la mesa del jardín. Al final nos animamos y nos ponemos la ropa de baño, el día no puede estar mejor, es lo que tiene estar en pleno agosto. Cuando se aproxima la hora del almuerzo saco la carne previamente condimentada y enciendo la barbacoa. Sanem prepara su famosa ensalada de patatas y disfrutamos al aire libre hasta que comienza a anochecer.

Cierto es que me encanta estar con Sanem y el niño en casa, es una parte tan íntima de nuestra familia, tenemos nuestra rutina y nuestro ritual cada día desde que nos levantamos hasta que despedimos el día. Procuramos hacer todo juntos siempre que el trabajo nos lo permite y hemos creado un ambiente entre los tres muy reservado pero también adoramos tener gente en casa y sentimos una deuda muy grande con Nicolás y Vittoria, estamos seguro de que sin su ayuda desde que nos conocimos en Italia todo hubiese sido mucho mas difícil.

Al día siguiente salimos por el centro, aunque Vittoria conoce Estambul tan bien como nosotros y Nicolás ha estado en varias ocasiones. Comemos por fuera y pasamos la tarde entre parques y helados y paseos. Por la noche Sanem, Vittoria, Asli y Elcin han salido a cenar. Las chicas llevaban un tiempo intentando organizar algo con Sanem y aprovechando que Vittoria está aquí mi mujer ha creído que era el momento ideal para que todas sus amigas pudieran conocerse.

Nicolás y yo nos hemos quedado con los niños, Burak se ha quedado dormido tomando el biberón pero Emir está tan emocionado con tener visita en casa que no hay quien lo frene.
-Emir: Papá. ¿Pan?

Pregunta sabiendo que no se lo voy a poder negar.
-Can: Tu ya has cenado, pero claro que puedes coger el pan.

Emir no duda en estirar su mano y cogerlo y además se queda mirando al resto de la mesa donde hemos puesto algunas cosas para picar.
-Nicolás: Menos mal que Vittoria se ha animado a salir con Sanem. En Italia le cuesta mucho dejar al niño atrás...
-Can: No creas que Sanem era muy distinta, desde que tuvimos a Emir sus prioridades se transformaron y aunque a medida que ha crecido su idea ha cambiado y ahora queda con sus amigas más amenudo y asiste a sus eventos y compromisos por el libro no se halla lejos del niño.

Nicolás asiente y coge un puñado de frutos secos. Noto algo en su mirada que no había visto cuando compartíamos charlas y confidencias en Fregene.
-Nicolás: Me da pena de Vittoria, la veo tan cansada pero nunca deja de hacer cosas, no sé de dónde saca tantas energías, hemos pasado por una racha un tanto dura, discutíamos por todo pero gracias a Dios parece que estamos remontando, a veces me siento insuficiente a su lado, como si no estuviéramos al mismo nivel que antes de ser padres. Y yo la quiero más que nunca y sé que ella a mí también porque nuestro amor es un amor sincero pero en alguna ocasión nos cuesta encontrar las palabras adecuadas para comunicarnos porque estamos cansados; por el trabajo, el niño, los problemas externos... Son muchas cosas que se suman.

El Amor Todo Locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora