El Amor Todo Locura.

24. ¿POR QUÉ HUÍMOS?

En el ferry tengo que quitarme la chaqueta y pasarla por encima de Sanem, está temblando, la abrazo para darle más calor. Al pisar tierra tomamos un taxi y volvemos a casa. En lo que Sanem se cambia de ropa sirvo dos copas de vino y la espero sentado en el sofá.

Viene con una bata que le llega casi a los tobillos y se sienta a mi lado. Le doy una copa que no tarda en probar. Moja sus labios y pasa su lengua por ellos para dejarla sobre la mesa.
-Can: Eres preciosa.

Sonríe pasando su mano por mi barba.
-Sanem: Me hubiese encantado que tuvieras la guitarra aquí y que tocaras una canción para mí.
-Can: Cuidado con lo que deseas.
-Sanem: También deseo que un día toques el piano para mí...
-Can: Eso lo dejaremos para una ocasión especial, ¿Te parece?

Sanem niega con la cabeza.
-Can: ¿No?
-Sanem: Era una broma, para cuándo tú lo creas oportuno.

Pimienta se acerca hasta nosotros, Sanem estira su mano para cogerlo y ponerlo en su regazo.
-Sanem: Bebé precioso, te pasas el día escondido y por la noche quieres mimos.
-Can: Yo también saldría de mi escondite...

Sanem pone una cara regañada para luego reírse. Nos hemos dormido casi a las tres de la madrugada, por la mañana tengo reunión con Emel y todo el equipo de la serie. Una vez más ha superado todas mis espectativas, la producción será a lo grande, antes de firmar el contrato también nos reuniremos con el equipo de Netflix Turquía. Siento una motivación que hacía tiempo que no sentía.

He salido con Umut a tomar unas cervezas para celebrarlo y he llegado a casa a la misma vez que Sanem. Nos hemos cambiado de ropa y hemos ido a dar un paseo por la costa. Durante la semana casi todas las mañanas he tenído algo que hacer, conjugo las últimas reuniones con el gimnasio, el boxeo y trato de aprovechar estos últimos días para descansar ante lo que se viene laboralmente hablando.

Hoy Sanem ha pedido que nos preparen la cena en un restaurante tailandés, sus padres y sus hermanos cenarán en casa y por fin nos conoceremos. Primero llegan su padre y su hermano mayor. Sólo con recordar la escena con su hermano del otro día en la puerta de la empresa me da la risa floja.
-Sanem: Bienvenidos.

Sanem primero se abraza a su padre y luego a su hermano. Cuando entran ambos me dan la mano para saludarme y nos sentamos los tres en el sofá. No tardan en llegar su madre y su hermano pequeño, cuando ve a Sanem corre a por ella y Sanem lo coge en brazos como si fuera un niño de tres años para llenarlo de besos.
-Sanem: Mi pequeñín.
-Ilker: Voy a cumplir 12 años.

Dice entre dientes.
-Derin: Hola Can, ¿Cómo estás?

Me da un abrazo y acarcia mi brazo con cariño.
-Can: Hola Derin, estoy muy bien, gracias.
-Ekrem: Ilker, saluda al novio de tu hermana.

El niño viene hasta a mí y estira su mano muy formal.
-Can: Encantado de conocerte.

Ilker me mira desde abajo.
-Ilker: ¡Vaya! Eres muy alto.
-Can: Sólo un poco...

Después de los saludos pasamos a la mesa, Sanem está sonriente y diría que algo emocionada.
-Can: ¿Estás bien?
-Sanem: Si, sólo estoy un poquito nerviosa.
-Can: ¿Por qué?
-Sanem: Porque están todas las personas que más quiero sentadas en la misma mesa.

Acarcio su mejilla y rápidamente se sonroja, Sanem pasa su mano por debajo de la mesa para alcanzar la mía.
-Sanem: Alper, a Can le gusta tanto el deporte como a tí.
-Alper: ¿Qué deporte prácticas?
-Can: Fitness, boxeo, me gusta mucho correr...
-Alper: Yo también practico Fitness. Bueno, he estado unos meses alejado porque tengo una lesión en la rodilla.
-Can: ¿En qué gimnasio estás?
-Alper: En el Fithouse Fitness Club.
-Can: ¿Es una broma?