CAN:
Estoy en la cocina sacando algunas cosas de la nevera cuando de repente Sanem me asusta haciendo un ruido con su boca y poniendo sus dos manos alrededor de mi cintura. Al girarme veo cómo se ríe.
-Sanem: ¿Estás buscando las llaves?
-Can: ¿Las llaves? ¿Qué llaves?
-Sanem: Anoche hablabas en sueños...
-Can: ¿Bromeas?
-Sanem: Te lo prometo. Preguntabas por las llaves de tu coche.
-Can: Estaba muy cansado, ese vino era de los buenos pero hizo efecto en mí como un relajante muscular.
-Sanem: ¿Por qué no te quedaste un poco más en la cama? Echo de menos que nos despertemos juntos...Dice quitándome las cosas de las manos para abrazarme. Beso su frente y huelo su pelo.
-Can: Quería prepararte el desayuno.
-Sanem: Podemos hacerlo los dos, pero es muy temprano, se supone que hasta que no me reuna con Giulia el fin de semana esto iban a ser unas vacaciones...
-Can: ¿Y qué sugieres que hagamos?
-Sanem: Volver a la cama.Sanem me pone ojitos tiernos y me da la mano para ir al dormitorio, antes de hacerlo guardo todo lo que he sacado en la nevera. Me quito la camiseta, ella se quita la bata y nos tumbamos sobre el colchón, mi mujer pone su cabeza sobre mi hombro y acaricia muy despacio mi pecho desnudo.
-Can: Me pregunto cómo es que siempre hueles tan bien, podría inhalar tu olor toda mi vida y nunca me cansaría.
-Sanem: Pues aún no me he duchado.Dice riéndose.
-Can: Ese es el olor que me gusta, el tuyo propio, el que desprende tu cuerpo, es como una droga, nunca tengo suficiente.
-Sanem: Tu olor también me encanta, amo cuando sales de la ducha, amo tu perfume pero tu olor corporal es realmente delicioso y único.Mi mujer pega la nariz en mi pecho y aspira para ronronear como una gatita feliz.
-Sanem: Pocas cosas necesito en esta vida, me conformo con tenerte a tí, a Emir y salud para disfrutar juntos.
-Can: Estoy de acuerdo contigo yo sólo los necesito a ustedes para sentirme realizado, es genial poder contar con una estabilidad económica pero ni todo el dinero del mundo se compara a la sensación de paz que siento teniéndolos a los dos.Sanem besa mi pectoral y luego mueve su cabeza para mirarme a los ojos.
-Sanem: Ayer dijiste que me conocías y que sabías que estaba triste la noche anterior y no te equivocaste. Cuando hablé con mi madre tuve un pequeño bajón, por momentos me siento un poco extraña porque este es mi sueño y estoy feliz de estar aquí... Pero por otro lado siento pena por estar tan lejos, supongo que será cuestión de tiempo que me adapte a la situación.
-Can: Amor, sólo llevamos dos días, todo ha sido muy rápido, tenemos que asimilar lo que está sucediendo.
-Sanem: Tengo miedo a defraudarte, has puesto toda tu confianza en mí y en mi proyecto, ¿Y si no sale bien?Noto cierta angustia en la voz de Sanem. Me muevo y con la ayuda de los codos me incorporo, ambos nos sentamos en la cama y nos apoyamos en el cabecero, cojo su mano y acaricio el tatuaje de su dedo anular.
-Can: Siempre hay que intentarlo y si sale mal será una anécdota pero sé que este esfuerzo que hemos hecho valdrá la pena, los comienzos no son fáciles, todo tiene que ir acomodándose, nos tenemos que adaptar y llevarlo de la mejor forma. No me vas a defraudar, ¿Sabes por qué?
-Sanem: ¿Por qué?
-Can: Porque eres muy valiente. Eres la mujer más valiente que conozco, nadie deja todo teniendo un trabajo fijo o una familia que te ayuda en todo momento... Como te dije antes tenemos muchas facilidades económicas. Podrías haberte conformado con seguir con tu vida relajada y cómoda pero has querido ir más allá. Has querido probarte como escritora y sé que no lo has hecho por los beneficios que saldrán de este libro. Lo has hecho porque escribir remueve tu interior, te hace soñar y expresarte es para tí como una especie de clímax o éxtasis mental. Sanem, es normal que te sientas rara y que dudes, la cabeza siempre va un paso por delante de nosotros y nos enreda pero estar aquí ha sido una buena elección.
-Sanem: Pase lo que pase voy a poner todo mi corazón, voy a hacer que te sientas orgulloso de mí.
-Can: Yo ya lo estoy, eres mi orgullo cariño, no puedo verte de otra forma que no sea con orgullo.
-Sanem: Te quiero tanto...
-Can: Yo también a tí mi amor.
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El Amor Todo Locura.
Romance¿Quién controla nuestro corazón, nosotros mismos, las personas de las que estamos enamorados? ¿Cuando nuestra alma se rompe puede volver a su estado normal como cuando era pura y estaba vibrante? ¿Existen las personas con la capacidad de sanar? El...