43. CUÁNTAS COSAS VIVIREMOS AQUÍ.

1.8K 114 46
                                    

Sanem se ríe mientras da una vuelta para apreciar mejor la decoración.
-Sanem: ¿Y te piensas comer a Caperucita en una hamaca colgante?

Una carcajada sale del fondo de mi garganta haciendo que ella también se ría mientras me quito mi chaqueta y la dejo sobre la alfombra voy a su lado y enlazo mi mano con la de ella.
-Can: Cuando los lobos tienen hambre no les importa el lugar donde comer.
-Sanem: ¿A caso les has preguntado a Caperucita si quiere que el lobo se la coma?

Coloco uno de los pelillos que se salen de su peinado y me acerco a su oído.
-Can: Ella sola se acabará metiendo en la boca del lobo.
-Sanem: Offf...

Dice resoplando.
-Sanem: Parece que hace un poco de calor. ¿No?
-Can: Calor calor no es que haga mucho, simplemente mis palabras te están excitando.
-Sanem: ¿Podemos comer?

Doblando mis dedos índice y corazón atrapó su nariz y rozo levemente su mejilla que está caliente y la dejo sola unos segundos para ir al coche y buscar la comida, la coloco sobre la alfombra y también dejo un termo con té. Los dos nos sentamos y vamos comiendo, no tarda en pinchar comida con su tenedor y darme a probar.

Los ojitos que pone cuando consigue que la comida haya llegado a mi boca sin caerse nada por le camino me hacen mucha gracia. Sanem tiene necesidad de dar su cariño en cualquier momento del día, con cualquier gesto y este nos encanta a ambos.
-Sanem: Estoy deseando ver la propuesta de la diseñadora. No veo la hora de empezar con las obras.
-Can: Yo también tengo un montón de ganas.
-Sanem: Nuestro hogar ya es una realidad.
-Can: Me pregunto cuántas cosas viviremos aquí...

SANEM:
Can besa mi mano. Yo también me pregunto cuántas cosas viviremos aquí, en esta casa que ahora mismo no tiene nada de nosotros y a la vez lo tiene todo. Después de cenar le pido que vayamos a verla y fantaseamos con cómo será.
-Can: Cierra los ojos.

Mi corazón late de prisa.
-Can: Imagínate que hoy sólo existimos tú y yo en el mundo. Nada es más importante que este momento. Hoy es nuestro primer aniversario, dicen que el primero es el más especial pero creo que contigo todos serán especiales.

Siento como todo mi cuerpo tiembla de emoción.
-Can: Estoy loco por tí Sanem, por tus ojos, por tu voz, por tu personalidad, por tu corazón y por ese cuerpo que solo me incita a apecar...

Muy suavemente Can me besa en los labios, los pequeños estallidos que su boca hace cuando me besa se van metiendo en mi cabeza y poco a poco comienzo a ver nublado, cuando siento su lengua buscar la mía sólo puedo abrir la boca un poco más para dejarle hacer.

Rápidamente su cuerpo se ciñe más al mío y noto la excitación de Can rozarse a la altura de mi vientre, grande, poderosa. Cuando sus manos me quitan la chaqueta y se meten bajo mi camisa siento un calor abrasador. Can sin dejar de besarme me desprende de ella para literalmente meter su cabeza en mi escote y morder la tela de mi sujetador atrapando consigo un poco de mi piel.

De un tirón arranco su coletero y él gruñe, ver ese pelo suelto me excita tanto como sus tocamientos. Es como un león salvaje, cuando siento que mi sujetador se despega de mi pecho respiro profundo, sé lo que viene ahora y es algo que me mata de placer, su boca, justo ahí, en una de mis zonas más vulnerables.

Tengo que mirar hacia abajo, no me lo puedo perder, sus labios se cierran entre mi pezón y siento como mi intimidad se humedece.
-Sanem: Qué rico.

Su lengua es un peligro, su barba crea ardor alrededor de mi piel pero no me importa, al menos no ahora, mis pechos nunca fueron grandes, tampoco excesivamente pequeños pero aunque no tengo complejos nunca fueron algo de lo que sentirme orgullosa, nunca me dijeron que eran bonitos como si lo ha hecho Can, pero por el contrario mi expareja me llegó a insinuar que tal vez, quizá un aumento de talla me sentaría bien.

El Amor Todo Locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora