El Amor Todo Locura.

3. ¿Y TÚ TE HAS PERDONADO?

-Sanem: Así, como si fuera tan fácil...
-Elcin: Tienes que volver al trabajo, a tu vida, Sanem tienes 28 años, te pareces a mí abuela cuando enviudó. Por el amor de Dios, te mereces ser feliz. ¿Ya tienes el vestido de la boda de mi hermano?
-Sanem: No.
-Elcin: Mañana en cuanto salga de la oficina iremos a comprar, te vas a poner preciosa, ¿Sabes cuántos amigos guapos tienen Onur?

Elcin me hace reír, ahora mismo no estoy para pensar en ningún chico por muy guapo que sea.
-Sanem: Uff Elcin, ¿Crees que eso es importante para mí ahora mismo?
-Elcin: Si no me haces caso dejaremos de ser amigas. Mañana te recojo desde que termine.

No ha fallado, al día siguiente puntual como ella misma ha parecido en casa y no le he podido decir que no, Elcin tiene un hermano mayor al que adora, su relación es muy buena y está muy ilusionada con su boda. A decir verdad aunque hace meses recibimos la invitación para ir en pareja no tenía intención de ir sola pero creo que despejarme y salir de casa me hará bien. O al menos quiero intentarlo.

Siempre he sido una chica presumida, coqueta, me encanta la moda, la ropa y estar arreglada. Hace tanto que no lo hago que estoy hasta nerviosa, el sábado por la mañana voy a la peluquería y después voy a casa para vestirme, como no puedo conducir con la mano así voy en taxi hasta el hotel, la familia de Elcin es encantadora, la ceremonia ha sido tan bonita que no he podido dejar de emocionarme.

En la celebración no falta detalle, estamos en el cóctel antes de empezar la cena, mi madre que sabe que venía a la boda me ha pedido que le envíe una foto para verme y le pido a una chica que me la tome. Cuando me giro para ir hacia Elcin me estampo con un chico derramándole toda mi copa por encima.
-Sanem: Lo siento.

Al levantar mi cabeza no puedo creer lo que estoy viendo, es el chico que me atropelló.
-Can: Joder, a esto le llamo yo devolverla. ¡Bravo!
-Sanem: No puede ser...esto tiene que ser una broma.
-Can: Pues sí, la verdad, y además me has empapado.

Dice sacudiendo su mano mojada.
-Sanem: Te has metido en medio.
-Can: Mira, puede ser, al menos yo lo admito. Iba distraído y no pensé que te fueras a dar la vuelta. Hemos chocado otra vez.
-Sanem: ¿Otra vez? La otra vez tu coche chocó contra mi cuerpo.
-Can: Dirás que tu cuerpo se lanzó a la carretera y chocó contra mi coche.
-Sanem: Uuuf, no tengo ganas de discutir. Siento haberte mojado.

Él sonríe.
-Can: No te preocupes ¿Cómo sigues? ¿Qué tal tus dedos?
-Sanem: Pues mira...

Estiro mi mano para que vea que sigue igual que el otro día. Con ese vendaje del que estoy deseando deshacerme.
-Elcin: Sanem.

Elcin aparece a nuestro lado.
-Can: ¿La conoces, Elcin?
-Elcin: Es mi amiga.
-Can: Tienes una amiga un poco temeraria.
-Sanem: Él es el hombre que me atropelló.
-Can: Bbbbfff, por lo que veo nunca adimitirás la culpa. Yo no te atropellé.
-Elcin: ¡No me lo creo, vaya causalidad! Can, Sanem es una de mis mejores amigas y además trabajamos juntas. Sanem él es un amigo de mi hermano de toda la vida.

Sonrío cínicamente, por algún motivo toda la gente está mirando con demasiada curiosidad a dónde estamos los tres, Elcin me coge del brazo cariñosamente y me lleva a la mesa para empezar a cenar. Hacía mucho que no me rodeaba de tanta gente y lejos de agobiarme me siento bien, después de cenar tomamos unas copas y salimos a la pista de baile, el alcohol me hace sentir bien, estoy disfrutando y riendo.

Esto me hacía tanta falta, a la tercera copa decido parar, estoy tomando calmantes para mí lesión y no quiero que se me vaya de las manos. Me empiezo a encontrar cansada aunque no es muy tarde y me acerco a Elcin para despedirme.
-Sanem: Creo que voy a irme, necesito descansar, después de todo este tiempo sin vida social ha sido suficiente.
-Elcin: Vamos, te acompaño a tomar un taxi.
-Sanem: De acuerdo.