110. EL TIEMPO CON ELLA VUELA.

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Después de bromear con Can mi hermano se pone a mi lado, toma la mano de Emir y me mira con esos ojos que parecen querer comerte de tan expresivos que son.
-Ilker: Tú eres la preferida de mamá y Alper es el preferido de papá, sólo espero ser el preferido de Emir.

Lo miro con ternura y estiro mi brazo para atraparlo y pegarlo a mí, Ilker ya se siente lo suficientemente mayor para dejarse besar y abrazar como lo hacía antes pero al menos puedo dejar un beso en su mejilla.
-Sanem: Creo que no llevas razón en lo que dices, papá y mamá no tienen preferidos Ilker, la relación con cada uno de nosotros es diferente, papá trabajó mucho tiempo con Alper y tienen mucha confianza y complicidad, mamá y yo somos compañeras y además somos amigas, nos contamos nuestras cosas y nos apoyamos mucho pero eso no quiere decir que sea su favorita, cuando unos padres tienen hijos no pueden dividir el amor desproporcionadamente o al menos eso creo yo. Los dos te quieren con locura, todos te queremos con locura. Estoy segura de que ya eres el favorito de Emir, ¿Ves cómo te mira?

Le pregunto mientras mi bebé clava sus ojos en mi hermano y en todo lo que hace.
-Ilker: Él también es mi favorito de toda la familia.
-Sanem: Me gusta mucho saberlo. Por cierto, gracias por el regalito que dejaste la otra vez en su bolso, cuando vi que le habías dejado parte de tu colección me puse muy feliz. Eres muy generoso.
-Ilker: Me hacía ilusión que tuviera algo mío.
-Sanem: Has crecido tanto Ilker, te has convertido en un adolescente, tú quieres ser mayor pero yo pararía el tiempo en este instante.

Mi hermano se ríe y yo me acerco a su oreja para hablarle.
-Sanem: Tengo ganas de llorar.
-Ilker: ¿Por qué?

Pregunta en voz baja.
-Sanem: Porque te recuerdo así como es ahora Emir y mira, eres todo un hombrecito... Y algún día encontrarás un plan mejor y más emocionante que estar cenando en casa con todos nosotros, y saldrás con tus amigos por ahí a descubrir el mundo y a disfrutar de la vida y te enamorarás y experimentarás miles de sensaciones nuevas y estos momentos pertenecerán al pasado.
-Ilker: Yo nunca voy a dejarlos.

Sonrío con los ojos al borde de las lágrimas. Creo que todos cuando éramos niños dijimos en algún momento que nunca nos iríamos de casa, que aunque tuviéramos novio seguiríamos estando cerquita siempre de papá y mamá pero la realidad es bien distinta, es parte de la propia vida que evolucionemos y con cierta edad volemos y nos olvidemos de ese sentimiento tan fuerte de apego. Ese cordón umbilical se corta y comenzamos sin miramientos nuestra nueva, excitante y complicada vida de adulto.

Cuando Emir reclama comer me lo llevo al salón para poder hacerlo con intimidad, desde aquí escucho las voces y las risas de mi familia, mientras miro los ojos de mi bebé y acaricio su suave mano le doy gracias a Dios por ser tan afortunada, porque a pesar de los altibajos y las preocupaciones que he tenído últimamente todo tiene solución. Emir se va quedando dormido, la emoción de estar rodeado de tantas personas lo ha mantenído despierto y atento durante toda la cena. Una vez termina de comer limpio su boquita y me pongo de pie para ir a por un vaso de agua. Aunque con el paso de los meses parece que mi cuerpo lo ha normalizado no dejo de sentir en ocasiones que tras dar el pecho me deshidrato. Mi boca y mi garganta se quedan totalmente secas y necesito con urgencia tomar algo.

Con Emir en un brazo abro el frigorífico y saco una jarra de agua, cuando voy a servirla en un vaso mi hermano Alper entra en la cocina.
-Alper: ¡Vaya! Te has convertido en la mujer pulpo.

Dice burlándose de mí.
-Sanem: Cuando no tienes otra opción que manejarte con un bebé tus habilidades ocultas salen a la luz.
-Alper: Sólo bromeaba, eres increíble.

Alper se encarga de sacar más vino y mientras lo descorcha yo me tomo el agua apoyada en la encimera.
-Alper: Sanem, sé que no es el momento de hablar de esto pero sé cuánto te ha costado tomar la decisión de dejar de representar a Can y creo que ha sido muy importante que te dieras cuenta. Has sido honesta contigo misma y con tus sentimientos y me agrada bastante que por una vez en tu vida hayas cedido.
-Sanem: No ha sido fácil Alper, pero creo que no había otra opción. Era eso o volverme loca.
-Alper: Has hecho muchísimo, has compaginado tu trabajo con esto, el embarazo y luego el nacimiento de Emir... A veces siento que estás hecha de otra pasta pero te conozco y sé que te exiges muchísimo, saber decir basta es necesario.
-Sanem: Dime que me ayudarás a cumplir uno de los sueños de Can.
-Alper: Si está de mi mano por supuesto que lo haré.

El Amor Todo Locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora