4. SANEM TEMERARIA.

2.3K 124 88
                                    

Hoy me he levantado con el cuerpo muy pesado, anoche no descansé bien pensando en que hoy volvería al trabajo, mi madre me ha convencido, después de todo lo que me ha ayudado siempre no puedo fallarle.

Me ha dicho que me necesita pero sé que lo ha hecho para motivarme, con los dedos así no voy a poder trabajar en condiciones ni al ritmo que ella y la empresa necesitan, para ella será un logro ver que he salido de casa, me he arreglado y estoy en contacto con mis compañeros. Cuando entro en la oficina ella junto con Elcin me están esperando.
-Derin: ¡Esa es mi chica! Bienvenida de nuevo.
-Sanem: Gracias mamá.
-Elcin: Ya era hora de que volvieras, hasta que no te viera con mis propios ojos no iba a quedarme tranquila. ¡Bienvenida compañera!
-Sanem: Gracias Elcin ¿Podrías acompañarme a mi despacho?
-Elcin: Claro.

Con las manos temblando avanzo hasta la puerta de mi oficina, estiro mi mano hacia el pomo con miedo de lo que pueda encontrarme, cierro los ojos y cuando la puerta se abre por completo me sorprendo. No solamente está limpia y despejada después de este tiempo sin utilizarse sino que no hay nada de Baris, a medida que voy entrando me doy cuenta de que la foto que tenía de los dos sobre el escritorio ha desaparecido, el jarrón que me trajo de un viaje a Marrakech no está pero si uno de cristal transparente con un ramo de flores muy colorido hay; Rosas, Jazmines, Gerbeas pequeñas, Margaritas, Lluvias y Elechos.

Tampoco está la alfombrilla del ordenador que él me regaló, ni un lapicero que hacía juego con el jarrón. De pronto pueden parecer detalles sin importancia pero para mí si lo eran. Esas pequeñas cositas significaban tanto para mí...Me giro hacia Elcin y le doy un abrazo.
-Sanem: Gracias, de verdad.
-Elcin: No hay de qué, ahora toca trabajar. Tu madre nos ha mandado un correo para actualizar los eventos de este mes. ¿Quieres ir a la cafetería? Necesito urgentemente un café, sólo me he tomado dos.
-Sanem: Elcin, son las 9:00 de la mañana.
-Elcin: Por eso mismo, necesito otro café, si no quieres ir puedo traerte algo..
-Sanem: He tomando un té antes de venir. Gracias.

Elcin cierra la puerta y me deja sola. Tengo que salir adelante como sea. Enciendo el ordenador y reviso el correo, para ser lunes mi madre nos ha cargado de un montón de trabajo. Voy pasando todo a mi agenda para poder organizarme. Cuando paso las páginas y veo que en el siguiente mes tengo señalado un corazón el día del cumpleaños de Baris comienzo a marearme.
-Sanem: Respira, respira, respira... ¡No puedes desmayarte Sanem!

Me levanto y me tumbo en el pequeño sofá que hay en mi oficina, pongo las dos manos sobre mi vientre y cerrando los ojos me voy convenciendo a mi misma de que esto sólo es un bache, esto pasará. Respiro profundamente tomando aire por la nariz y soltándolo muy lentamente por la boca.

Pasados unos minutos cuando comienzo a notar mis pulmones llenos de aire y ya no siento mareo me incorporo, abro los ojos despacio y me pongo de pie, tomo la agenda y la tiro a la papelera. Cojo mi bolso y salgo de la oficina y camino unas calles hacia abajo para ir a una librería, me compro una agenda, un calendario nuevo y aunque no me haga falta cojo carpetas, bolígrafos y pequeñas cosas que me hacen sentir feliz ahora mismo.

Cuando vuelvo a mi oficina arranco del tablón magnético el calendario y también lo tiro a la papelera. Coloco todas las cosas que he comprado y ahora sí empiezo a trabajar, reseteo el iPad del trabajo sin pensar en la cantidad de cosas que voy a perder.

Mi madre me va a matar cuando se entere de que he perdido todas las fechas de los eventos hasta final de año... me esperan buenas horas de trabajo para poner al día todos los compromisos pero hoy estoy decidida a comenzar una nueva vida, como si un incendio hubiera arrasado todo, tengo que empezar de cero con todas sus consecuencias.

El Amor Todo Locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora