188. YO NO TENGO NINGÚN SUEÑO.

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-Sanem: Me alegra muchísimo que ya no estés enfermo, Emir pero no podemos cenar pizza.

Mi contestación hace que Emir se gire y ponga una expresión de sorpresa.
-Emir: ¿Por qué?
-Sanem: Porque la pizza es para comerla de vez en cuando. No podemos comer ese tipo de comida cada vez que nos apetezca.

Emir se cruza de brazos con un notable gesto de enfado.
-Emir: Mami...
-Sanem: Lo siento, amor.
-Emir: ¡Pero yo quiero pizza!
-Sanem: No hay negociación.

El niño va corriendo a buscar consuelo en los brazos de mi padre haciéndome sentir una bruja. Llora y no para de repetir "quiero pizza". Mi padre lo abraza para calmarlo, el llanto de Emir cada vez es más fuerte y yo no puedo soportarlo, me pongo de pie y voy a la cocina, mi madre me sigue.
-Sanem: Me siento como una mierda.
-Derin: Emir es muy inteligente y sabe que montando un berrinche tiene posibilidades de conseguir lo que quiere, no desistas, mi niña, si no crees oportuno darle una pizza para cenar mantente firme.
-Sanem: Me da pena, no ha comido casi nada en todo el día... Can se ha ido, él está triste...

Por un momento comienzo a agobiarme, mi madre pone una de sus manos sobre mi hombro.
-Derin: Tendrá que adaptarse a la situación, Sanem, pero todavía es muy pronto, ni él mismo sabe que está pasando todavía por mucho que se lo hayas explicado.
-Sanem: ¿Tú que harías en mi lugar? Quizá debería dejar que tome un poco de pizza pero es que en Italia ya hemos comido demasiado por fuera y debe comer saludable... Estoy hecha un lío no sé qué hacer.
-Derin: Yo haría exactamente lo mismo que has hecho tú. No ceder. Tal vez puedas pedirle que te ayude a preparar la cena, ¿Qué tienes pensado darle?
-Sanem: Ensalada de pepino, tomate, atún y huevo...
-Derin: Hazle partícipe, que vea que no puede contigo pero que eso no te hace ser su enemiga.

Mi madre me guiña un ojo y luego pellizca mi cachete.
-Sanem: Jo, mamá. ¿Qué haría sin tí?
-Derin: Lo que te dicte tu corazón, mi niña. Yo no tengo la verdad absoluta sobre todas las cosas. A mi edad aún sigo improvisando.

Después de hacerme sentir un poco menos mala madre, la mía va hacia el salón y se agacha para hablar con Emir, el niño asiente, primero recoge algunos juguetes que hay por el salón con su ayuda y después le da la mano para subir las escaleras, unos quince minutos después ambos bajan de nuevo, Emir está bañado, tiene el pijama puesto y lleva en sus manos la ropa sucia, se pone de puntillas para abrir la puerta del cuarto de lavandería y deja en los cestos la ropa para lavar.
-Sanem: Muy bien, Emir.

El niño me mira con gesto triste y echa un vistazo a lo que estoy haciendo.
-Sanem: ¿Quieres ayudarme?
-Emir: ¿Cuándo comeremos pizza?
-Sanem: Tal vez la comamos el fin de semana, hoy vamos a cenar ensalada, ¿Me ayudas a prepararla?
-Emir: Yo no puedo usar el cuchillo.
-Sanem: Tienes razón, el cuchillo es peligroso pero puedes lavar los tomates y el pepino, y luego puedes ayudarme a pelar los huevos. Voy a hervirlos con agua para que se queden duros, a tí te encanta el huevo cocido.

Emir se lo piensa unos segundos pero luego arrastra una de las sillas hasta ponerse a mi lado. Cuando levanto la vista veo a mi madre con Eda en los brazos caminando hacia la escalera, mi padre se ha levantado del sofá y viene a ayudarnos.

CAN:
Budapest tiene parecido a Turquía que por momentos pienso que no me ido de mi país. Tras dejar el equipaje en el hotel nos han convocado para hacer una especie de excursión en autobús para conocer los escenarios donde estaremos trabajando las siguientes semanas, luego el equipo al completo hemos ido a almorzar y hemos pasado un día muy bueno. Ahora que ya ha caído la noche estoy en la habitación, todos nos hemos retirado a descansar, mañana debemos madrugar para hacer un ensayo. Antes de dormir llamo a Sanem para saber cómo están y darle el beso de buenas noches a Emir pero no me contesta, probablemente esté liada con los niños por lo que no insisto. Hago un poco de tiempo desempacando todo mi equipaje, aunque no tenía intención de hacerlo hoy... Lo primero que hago es colgar las camisas para que no se arruguen y poco a poco dejo la mayoría de ropa organizada en el armario; pantalones, ropa deportiva, camisetas, ropa interior...

El Amor Todo Locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora