El Amor Todo Locura.

171. TÚ ERES TÚ, Y YO SOY YO.

No puedo evitar reírme, Can celoso de nuestro propio hijo es lo más tierno que puedo ver hoy. Mi marido se gira y abre uno de los muebles de la cocina, saca un plato y sirve un vaso de agua para Emir, luego vuelve para sentarse en la alfombra.
-Can: ¿Te gusta?

Pregunta a la vez que coloca el plato y el vaso sobre la mesa.
-Emir: Esto no.

Dice quitándole un champiñón a la porción de pizza que le he dado.
-Can: Los champiñones tienen muchas vitaminas, Emir.

Nuestro hijo se pone de pie y pone en la boca de Can el champiñón. Este se lo come.
-Can: Está muy rico.
-Emir: Papá, cómetelo para que te hagas muy grande.

Que repita nuestras frases nos hace reír a ambos.
-Sanem: Esperemos que papá no crezca más.
-Emir: ¿Por qué?
-Sanem: Porque ya es muy grande.
-Emir: ¿Yo también voy a ser tan grande?
-Can: Si comes muchas verduras y frutas sí. Y si comes champiñones, ¡Mucho más!

Emir sonríe y coge un champiñón, se lo mete en la boca, se regaña y lo acaba escupiendo.
-Can: No te lo comas si no es de tu gusto, Emir. Disfruta de la pizza.

Le quito el resto de champiñones de su porción y se come el primer bocado para comenzar a relamerse, cuando yo la pruebo tengo la misma reacción que Emir. Después de comer tan saludable durante todos estos días disfrutar de estos sabores es como estar en la gloria. Poco tiempo transcurre cuando Eda comienza a moverse, seguramente ella también agradezca este momento de placer. Can toma una porción de la otra caja, me alimenta con su mano y luego deja un suave beso sobre mis labios. Con el niño aquí es imposible ver una película pero disfrutamos de la cena todo lo que podemos. Después de comer nos quedamos los tres hablando tumbados en los sofás, Emir está encima de su padre preguntando un montón de cosas con curiosidad. La pizza me ha sentado tan bien y mi cuerpo se relaja tanto que me quedo dormida y es Can quien tocando mi brazo me despierta para que vayamos a la cama.

Por la mañana después de darme una ducha y vestirme bajo a la cocina para hacer el desayuno pero antes de empezar llaman a la puerta, la empresa de paquetería deja dos cajas grandes proveniente de España, como no puedo coger peso espero a que Can baje para moverlas.

Las coloca sobre la mesa del comedor y abre la primera pasando un cuchillo de extremo a extremo rajando la parte superior de cartón hasta lograr destaparla. Tengo muchísima curiosidad por descubrir lo que hay en el interior. Lo primero que veo es una tarjeta escrita a mano.

Querida Sanem, para nosotros es un verdadero honor haber publicado "El amor todo lo cura" en castellano, no nos cabe ninguna duda de que será todo un éxito. Queremos resaltar los pasajes de tu libro que nos llegaron al corazón:

"Y algún día llegará alguien a tu vida a quien no le guste bailar y sólo lo hará porque es contigo. Dará valor a esas pequeñas cosas hasta ahora sin importancia para otros, saltarás al vacío sin miedo y te querrás comer el mundo si es su mano la que te sostiene". "Puede que no se eliminen todos los días grises de mi vida pero desde que esa persona llegó mis días brillan tanto como el sol del verano, solo él es capaz de calentar mi alma como las brasas de la chimenea en un duro invierno". "El amor verdadero es él, un hombre fuerte físicamente con la sensibilidad perfecta para acariciar tu corazón y tu alma".

Sanem, eres inspiración para hombres y mujeres, jóvenes y adultos, tu escritura traspasa fronteras, no entiende de religiones ni de costumbres. Cuando una persona pone su corazón en lo que hace marca la diferencia y tu manera de expresarte nos ha cautivado, tu talento nos abruma y deseamos que esto sólo sea el principio de tantas cosas bonitas que te esperan.