El Amor Todo Locura.

45. MARCAR LA DIFERENCIA.

Estiro mi cuello como puedo para intentar ver en qué lugar de la mesilla de noche he dejado mi teléfono móvil, tengo la cabeza de Can sobre mi pecho, acaba de caer rendido. Si yo no lo he hecho ya es por toda la emoción que aún siento. Cuando logro encontrar el dispositivo me asombro al ver la hora, son las 5:15 de la madrugada y no hemos parado de hacer el amor en toda la noche hasta hace escasos 20 minutos... Siento mi cuerpo pesado, cansado pero estoy muy feliz.

Cierro los ojos y acaricio el pelo de Can, si de algo estoy segura es que voy a cuidarlo todo lo que pueda para compensar lo feliz que me hace día a día. Cuando me doy cuenta ya es de día y estoy sola en la cama, vuelvo a mirar el teléfono son las 11:00 de la mañana y salgo de la cama casi dando un salto. La mampara de la ducha está llena de salpicaduras de agua y algún resto de espuma de jabón lo que quiere decir que Can ya ha pasado por aquí.

Como ya estoy desnuda entro directamente en la ducha, me recojo el pelo y me lavo el cuerpo, me envuelvo en una de las toallas blancas y me lavo los dientes mientras me miro al espejo, a medida que agito mi mano con el movimiento del cepillo veo algo brillar y me río como una tonta al darme cuenta de que llevo el anillo de compromiso puesto en mi dedo anular de la mano derecha.

Me enjuago la boca, quito todos los restos de pasta dental del lavamanos y cuando ha quedado todo limpio paso a coger la ropa, la he puesto en la cama para vestirme con más comodidad y veo algo que no había apreciado en toda la ajetreada semana, mi foto de cuando era niña aún sigue en la mesilla de noche de Can. Esos detalles de Can me hacen enamorarme de él cada día.

Cuando voy a salir del dormitorio el olor a café y a pan caliente me abruman haciendo que rápidamente mi estómago cruja y ahí, apoyado en la isla de la cocina dándome la espalda está Can. Me acerco lentamente para abrazarlo por detrás y apoyar mi cabeza ladeada sobre su omóplato.
-Sanem: Buenos días amorcito.

Can se gira y cuando me tiene cara a cara besa la punta mi nariz.
-Can: Buenos días.

En una mano lleva la taza de café y en la otra el teléfono móvil.
-Can: Lo siento he desayunado sin tí.

Dice levantando la taza.
-Can: Pero es que tenía tantas ganas de comer que no podía esperar a que te despertaras.
-Sanem: No pasa nada.
-Can: He hecho el desayuno con lo que he encontrado en la nevera... Tenemos que hacer la compra, nos estamos quedando sin nada.
-Sanem: Gracias, seguro que lo que has preparado está buenísimo. He pensado que quizá hoy podamos volver a casa y antes de ir deberíamos pasar por el supermercado.
-Can: Me parece perfecto.
-Sanem: Mañana empieza la obra y quiero organizar algunas cosas, estoy muy nerviosa, Can.
-Can: ¿Nerviosa por qué?
-Sanem: Quiero que todo salga bien.
-Can: Todo saldrá perfecto, mañana tengo el casting cuando termine puedo ir a recogerte al trabajo y luego pasar por la casa para ver cómo va todo.
-Sanem: ¿De verdad?
-Can: Claro, había pensado que primero puedo pasar por tu hermano, luego recogerte a tí y quizá después de ver la casa podemos ir los tres a almorzar.

Acarcio la barba de Can.
-Sanem: ¿De verdad? Ilker se pondrá muy contento. Y su hermana, más.

Se queda detenidamente mirándome el cuello, lleva su dedo índice y al notar su tacto siento molestia. Anoche se nos fue un poco de las manos, sobre todo a él.

CAN:
Después de que Sanem haya terminado de desayunar hemos recogido todo el apartamento y nos hemos ido a casa, estoy leyendo el guión del anuncio y ella está organizando su vestidor. Cuando entro para tomarme algo fresco me la encuentro muerta de las risas con el teléfono en la oreja. Me hace señas con la mano para que no me vaya, pone el teléfono en manos libres y lo coloca sobre la encimera de la cocina.
-Sanem: Abuela, estoy con Can, ¿Puedes repetir lo que me acabas de decir?
-Nermin: ¿Can me escuchas bien?
-Can: Hola Nermin te escucho perfectamente. ¿Qué tal estás?
-Nermin: Hola hijo, contigo quería yo hablar, estoy bien aunque no tanto como tú, pero bueno ¿Cómo te besas con tantas mujeres? me he puesto a sudar de los nervios.