53. CIERRA LOS OJOS Y PIENSA UN LUGAR.

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-Can: Con la única persona que puedes salir de dudas es con ella. ¿Alper, de verdad quieres tener una relación así?
-Alper: No...
-Can: Y aunque sabía que te ibas a reír de mí porque ya te voy conociendo, un agapornis no sólo es un pájaro del amor o pájaro inseparable... ¿Sabías que son animales bastante confiables y que no suelen atacar a menos que se sientan muy amenazados?

Lo digo con ironía, Alper entre cierra sus ojos y se ríe.
-Alper: ¿Me quieres decir algo?
-Can: No sé, puede que tengas razón al llamarme agapornis, pues después de todo tú confías en mí y sólo hemos tenído ese rifi rafe cuando me he sentido atacado. Si no me molestan yo soy un angelito.
-Alper: ¿De dónde sacas todo eso? ¿Por qué sabes de tantas cosas sobre las aves?
-Can: Me encanta leer aunque la verdad es que últimamente no tengo mucho tiempo para hacerlo...
-Alper: No me fío, seguro que me estás vacilando, no puedes saber de todos los temas, es imposible.

Mi futuro cuñado saca su teléfono móvil y lo pone sobre la mesa para utilizarlo, cuando veo que está buscando información sobre los pájaros agapornis suelto una carcajada.
-Can: No puedes ser tan desconfiado en la vida, tío.
-Alper: Bueno quizá tengas razón...

Dice mientras desliza su dedo de forma vertical por la pantalla del teléfono.
-Alper: También dice que son mimosos, inquietos, fáciles de adiestrar, les encanta el agua y esto último por la cuenta que te trae espero que sea verdad, son monógamos.

La última palabra la dice mirándome como si quisiera fulminarme y no puedo dejar de reír.
-Can: Todo eso que acabas de leer deberías de preguntárselo a tu hermana y que ella te diga si soy así o no.
-Alper: ¿Dices lo de mi hermana por lo de fácil de adiestrar?

Y parece que al haberla mencionado la hemos invocado pues siento como la puerta de casa se abre y sale de su boca su particular "amor, ya estoy en casa".
-Can: Sanem, estoy en la terraza.

No tarda en venir y sorprenderse por encontrar a su hermano.
-Sanem: Alper, ¿Qué haces aquí?

Le da un abrazo para luego venir hasta mí lugar, dejar un suave beso en mis labios y sentarse sobre mi regazo.
-Alper: Hemos entrenado juntos y Can me ha invitado a tomar un té...
-Sanem: Mmm me encanta que hagan cosas juntos.

Dice sonriendo feliz.
-Sanem: Can y yo vamos a ir a comprar algunas cosas para la casa nueva, pero antes vamos a ir a almorzar algo por ahí, ¿Te apuntas? ¿Por qué no avisas a Pinar y comemos los cuatro?

Alper me mira y luego mira a Sanem.
-Alper: Pinar está muy ocupada, y te agradezco la invitación pero he dejado comida preparada, después de almorzar tengo que ir a trabajar, quizá otro día podamos comer juntos con tranquilidad. Voy a pedirle a papá volver a los turnos fijos de mañana.
-Sanem: ¿Te has cansado de trabajar algunos días por la tarde, verdad?
-Alper: Sí, siento que pierdo todo el día, lo único bueno es que el gimnasio por la mañana está más vacío y se entrena con más comodidad. De resto no hay nada que me atraiga de trabajar por tarde.
-Can: Dilo, ¡Y que estoy yo en el mismo gimnasio! Y entrenar conmigo es otro rollo.
-Alper: No decía nada en internet de la vanidad...

Me dice refiriéndose a lo que ha estado leyendo antes sobre los pájaros y no puedo evitar volver a reírme, Sanem nos mira a los dos.
-Sanem: ¿Me he perdido algo?
-Alper: No, son cosas de Can y mías.
-Sanem: ¡Uuuy! Perdón por meterme en cosas de cuñados.

Dice en un tono receloso. Alper se levanta y por lo tanto Sanem y yo también lo hacemos para acompañarlo a la puerta. Sanem coloca unas carpetas en la consola de la entrada, coge un pañuelo, su abrigo y su bolso. Una vez en coche y con el fin de no abrir más el tema hasta nuevas noticias le cuento lo que he hablado en la reunión con los abogados, le recalco que no debemos contar lo de los investigadores a nadie y le doy tranquilidad al decirle que no todo está perdido y que seguramente podamos sacar más cosas de las que creíamos en un principio.

El Amor Todo Locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora