CAPÍTULO 43: ACEPTO

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Siempre digo lo mismo y lo volveré a repetir, Daryl parece un ángel cuando duerme. Estábamos acostados en, ahora, nuestra cama, se nota cuando duerme tranquila y plácidamente y cuando apenas puede cerrar los ojos y despertar en cualquier momento, este era de esas muy pocas veces en las que dormía tranquilo.

– ¿vas a quedarte mirando como acosadora? – preguntó con los ojos cerrados.

– sólo contemplo tu belleza, es todo. – sonrió.

– cursi.

– pero no miento. – me acerqué a besarlo. – extrañaba dormir contigo, en tus brazos... extrañaba tus abrazos... tu voz... te extrañé. – me acercó más a él y me rodeó con su brazo, abrió los ojos y me miró a los míos.

– yo también te extrañé, demasiado... – besó mi frente y volvió a cerrar los ojos.

[...]

Daryl hizo de cenar y nos fuimos a comer a la cama mientras platicábamos, como si fuera una cita.

– ¿quién te enseñó a cocinar?

– nadie, tenía que sobrevivir si vivía con Merle. – reí. – y a veces le hacía de comer a Ally y a Dim, Ally me enseñó a "perfeccionar" la comida.

– es muy buena cocinando, aprendiste de la mejor. – me miró extrañado. – Ally y yo hicimos las paces, somos amigas ahora.

– eso explica por qué habla tan bien de ti.

– sí, sólo fue una mala racha sin medicamento cuando nos conocimos.

– ¿cómo has estado con eso?

– mejor de lo que esperaba, ya no encuentras tan fácil esas pastillas, así que... estoy... tratando de... de no alterarme. – me miró preocupado. – sé controlarme, no te preocupes si llego a estar sin medicinas, tú eres testigo de cómo soy sin ellas, estaré bien.

– aún así saldré a buscar.

– gracias, Dixon.

– ¿por qué te cambiaste a Smith?

– es el apellido de mi padre, sé que tiene un nombre muy extraño, suena como a Megan, es lo único que me contaron, pero por lo otro... pues es su apellido, si Rick no me quiere y Carl sabe la verdad, ¿por qué tendría que mantener su apellido? Jamás supe el apellido de soltera de mi mamá, sino me habría puesto ese.

– ¿y qué te parece Dixon? – me preguntó. – Rory Dixon.

– suena muy bien. – le tomó a su copa. – qué manera tan sutil, una persona normal pregunta "¿quieres ser mi esposa?" pero es nuevo eso. – sus mejillas se tornaron carmesí y sonrió involuntariamente.

– no somos normales.

– lo sé, lo acabo de reafirmar... pero fue tierno.

– entonces... ¿aceptas?

– ¿estás muy seguro? No hay devoluciones, no hay vuelta atrás.

– muy seguro. – asentí. – no escuché. – solté una pequeña risa.

– claro que acepto, tonto.

– ¿ya empezaste de nuevo con eso? – preguntó casi riendo.

– tú empezaste. – se acercó y me besó. – eres un tonto pero eres mi tonto.

– hasta que los caminantes nos separen. – lo miré mal, rió y volvió a besarme. – hasta que la muerte nos separe, aburrida. – corrigió.

– aburrido tú.

– ¿segura? – preguntó pícaro mientras se ponía encima mío.

– sí. – me hizo acostarme, empezó a besar mi cuello y me sujetó de las manos, bajó aún besando mi cuerpo por encima de la ropa. – Daryl... – gemí.

Ya sabrán qué sucedió después.

[...]

Me puse mi ropa interior y su camisa, me hice una coleta, tomé los cubiertos y salí de la habitación para ir a la cocina, los lavé y me serví agua.

Aún me parece extraño vivir bajo el techo de una casa en un vecindario como si no exisistiesen los caminantes afuera de las murallas de Alexandria.

– creo que me iré a vivir a otro lugar.

– ¿por qué?

– no quiero estar escuchando gemidos todo el tiempo. – me sonroje avergonzada.

– lo siento.

– descuida, me alegro que sigas tu vida.

– pues... es parte de ella, la Dra. Grey decía eso. – sonrió nostálgico.

– ¿ya viste a tu padre y a tus hermanos?

– sí y no es mi padre.

– cuando Allison le contó que seguías viva, se notaba su alivio.

– eso aún no quiere decir que me quiera, me culpó de la muerte de Harley después de decirme que no lo haría, ambos sabemos que fue su sistema inmune, no yo... quería salvarla, Hershel quería salvarla pero él decidió que murió, fue quién le clavó el cuchillo... y él está muerto por culpa de Rick, así que no tiene a nadie más a quién culpar que a la hermana con historial homicida y problemas mentales que la cuidaba en su sueño.

– Aurora...

– ¿acaso dije alguna mentira? – no respondió. – aprecio que trates de seguir haciendo tu trabajo aún después de toda esta mierda, pero no todos tienen solución.

– no lo hago sólo porque quiera recordar mi trabajo, eres importante para mí, eres como una hija para mí y lo sabes.

– sí, lo sé... gracias por salvar mi trasero ese día.

– cuando quieras. – reímos. – ¿y qué tal las cosas con Daryl?

– pues... ya no soy Smith o Grimes, ahora soy Dixon. – me miró muy feliz.

– ¿en serio? – asentí. – felicidades, Rory, me alegro mucho por ti.

– gracias.

– bueno... iré a dormir aprovechando que ya no se escuchan gemidos. – solté una carcajada. – y les daré su privacidad a la pareja recién casada, será como un regalo de bodas de mi parte.

– ¿seguro que no quieres más tortura?

– prefiero cuando los gemidos salen de mí y salían de mi esposa.

– iugh... – rió. – gracias por el regalo y por la desagradable imagen.

– de nada. – respondió subiendo las escaleras, me terminé el agua de mi vaso y volví a mi habitación, en cuanto me acosté Daryl me rodeó con sus brazos y me abrazó.

– te amo. – le susurré y me acomodé para dormir.

Sé que siempre ocurren cosas malas después de las buenas, jamás hay calma después de la tormenta como pintan, pero aún así... ojalá nunca termine esto de "vida como la de antes" con un toque de ahora.

Perfect [Daryl Dixon & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora