CAPÍTULO 97: HOGAR, DULCE HOGAR

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Pasaron los meses, me recuperé, y dicho y hecho, vivimos en paz.

– mamá, ya nos vamos. – avisó Gen.

– que les vaya bien y cuídense.

– okay, má. – respondió Jude con sarcasmo, reí, sigue creyendo que sigo siendo un poco —o según ella bastante— sobreprotectora con ellos. Definitivamente me recuerda a Carl.

– ¿lista para ir a trabajar? – preguntó mi esposo cuando entré a nuestra habitación.

– sí, sólo... – me acerqué a besarlo. – ¿y si nos tomamos el día?

– soy el jefe.

– con mayor razón, puedes hacer lo que quieras, pueden arreglárselas sin ti. – me abrazó, rodeando mi cintura con sus brazos y me pegó a su pelvis.

– amo cuando te pones así.

– demuestra ese amor. – le susurré al oído y me besó.

– ¡mamá, papá! – escuché la voz de Carl y nos separamos.

– ¿sí, campeón? – le preguntó Daryl.

– no me siento bien.

– ¿puedo faltar? – le pregunté y asintió. – bien, me quedaré cuidándolo.

– está bien. – me besó una última vez. – te amo.

– y yo a ti. – se fue y salí hacia el baño, ahí estaba mi pequeño sentado junto al retrete. – te dije que ese pan ya no servía.

– lo siento...

– te traeré un jarabe, te detendrá el vómito.

– okay...

Mi relación con Daryl mejoró bastante con el tiempo, pareciera que jamás nos separamos, y los niños pues... desde el primer momento que lo vieron, lo amaron y él a ellos, al fin somos una familia.

En cuanto a los demás... no han pasado demasiadas cosas.

Adrien y Ally volvieron —no tenía idea de que salían, pero me alegro por ellos, me alegro que Ally salga adelante— y esperan un bebé; ya nació el bebé de Eugene y Max; mi relación con Negan mejoró bastante, tanto que ahora le llamo papá y tenemos reuniones familiares con él, Annie y Joshua, quién ya empezó a dar sus primeros pasos; y yo por fin estoy en el trabajo de mis sueños: ser militar. Aunque a veces también salgo de expediciones con Glenn.

– mamá... ¿puedo ir a la escuela? – preguntó Carl levantándose del sofá, ya pasó una hora desde que dejó de vomitar gracias al jarabe.

– no, lo mejor es que te quedes a descansar, además ya es algo tarde.

– son las nueve y media apenas.

– y la entrada es a las ocho, tal vez están en el receso. Les quedan como dos horas de clases.

– pero...

– sé que te encanta ir a la escuela, pero no puedes ir estando enfermo, ¿okay? – besé su frente.

– está bien. – se levantó y fue por un libro del librero, vi la portada, es Orgullo y Prejuicio. Sonreí, papá me lo regaló hace un par de meses.

Tocaron a la puerta y fui a abrir. Hablando del demonio... era él y Joshua.

– hola cariño.

– hola papá... – lo abracé y le quité a Joshua para abrazarlo.

– el pequeño asesino serial parece tener buenos gustos. – comentó viendo que leía ese libro, el favorito de Lucille.

– ¿qué te he dicho de llamarle asesino serial? Ni a mi hermano ni a mi hijo puedes llamarle así.

Perfect [Daryl Dixon & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora