Perfect [Daryl Dixon & Tú]

CAPÍTULO 67: TORTURA

La puerta se abrió, dejando ver a Eli.

– Aurora Grimes...

– oh no, ¿ya es viernes otra vez? – me quejé.

– sí, sabes qué toca. – lo miré disgustada, me levanté de la cama y salimos de la habitación hasta llegar al consultorio de la psiquiatra, donde se encontraba ella y un guardia junto a la puerta.

– ¿sigue siendo necesario?

– tú sabes que sí, Aurora.

– llámeme Rory, es extraño cuando alguien me llama Aurora.

– ¿te molesta si te sigo llamando Aurora?

– no, pero incomoda. – sólo asintió.

– ¿cómo has estado desde la última sesión?

– como se supone que debo de estar, sedada y jodida.

– aquí no se dicen malas palabras.

– oh, lo siento, quise decir mal, me siento mal. – corregí de mala gana.

– Aurora, no tienes por qué molestarte. – respondió de manera amena.

– ni siquiera quiero estar en este lugar, me metieron en este lugar en contra de mi voluntad luego de que usted le envenenó la cabeza a mi mamá diciendole que tenía esquizofrenia y que soy un peligro para ella y para los niños.

– fue sólo una medida de precaución, también se hacen en otras situaciones... no estoy diciendo que eres un peligro para tus hermanos y tu mamá, es algo muy grave decirlo, ¿tú te consideras un peligro para ellos?

– claro que no, jamás podría hacerles daño.

– ¿y a tu mamá?

– mucho menos a mi mamá, a ninguno de ellos, son mi adoración, aunque... – pausé. – amo a mi mamá y a mis hermanos más que a nada en el mundo.

– ¿aunque qué? – preguntó.

– ¿qué?

– ibas a decir algo y luego lo cambiaste.

– no era nada.

– estoy bastante segura que sí lo es. – bufé.

– amo a mis hermanos, aunque ellos sean la razón por la que no me llevo bien con papá.

– ¿crees que ellos sean la razón?

– no veo ninguna otra explicación, siempre son ellos, primero son sus hijos estrellas y luego estoy yo... no me arrepiento de ese día... – confesé.

– ¿no te arrepientes de haberlo desconectado?

– no, me refiero a lo que pasó antes.

– tuviste una discusión con él, ¿no? – asentí. – ¿no te arrepientes de eso? – negué.

– dijimos cosas horribles... pero no me arrepiento de haberle dicho que deseaba que mi tío o cualquier otra persona fuera mi padre menos él. – conté. – aunque respondiera que él igual, sí dolió, pero no me arrepiento de habérselo dicho.