CAPÍTULO 59: ADRIEN

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Mientras me devolvía al edificio, me encontré de nuevo con Adrien.

– hola...

– hola... – se notaba incómodo. – creo que volver a intentarlo no es una opción. – negué sonriendo. – me alegro por ti, Rory.

– gracias, Adrien. – respondí. – deberíamos ponernos al día, ¿te parece? – asintió.

– ¿quieres ir a las bancas de allá? – asentí y lo seguí a unas bancas. – bien... Carl ha crecido tanto.

– sí, es... es un gran chico aún con las cosas que tuvimos que pasar.

– ¿te refieres a lo de Lori y a Harley? – asentí.

– estuvimos en sus muertes, yo tuve que abrir a mi mamá para sacar a la bebé, mi otra hermanita, Judith. – sonrió con ternura. – y Carl le tuvo que disparar a mamá para que no se convirtiera. – su sonrisa se desvaneció, convirtiéndose en una mueca triste. – y con Harley... – las lágrimas aparecieron. – ella no fue hace tanto, si acaso poco más de dos meses. – tomé aire. – en nuestro campamento empezó una epidemia de gripe mortal, ella se contagió.

– oh Dios, sus defensas... – asentí.

– no resistió, murió bajo mi cuidado. – me abrazó y le devolví el abrazo.

– lo lamento tanto, Rory, que tuvieras que presenciar ambas cosas.

– a veces pienso que debí hacer algo diferente, con ambas para que no murieran.

– era inevitable, con Lori y el parto, y Harley y sus bajas defensas... no podías hacer nada, no fue tu culpa, linda, para nada lo fue. – secó mis lágrimas. – y estoy seguro que ellas están agradecidas contigo por cuidarlas y ayudarlas. – sonreí. – y tienes a Carl, a Rick, a la bebé, y supongo que también a Shane... – lo miré triste. – ¿Shane también está...?

– papá lo mató, Shane trató de matarlo y se volvió peligroso para todo el grupo y lo mejor fue hacer eso.

– sí, Rick no tomaría una decisión así a la ligera, menos por una traición.

– le dolió hasta el alma, sabes lo que se siente que un mejor amigo te traicione.

– sí... afortunadamente no a ese punto. – suspiró. – ¿y cómo es que Rick salió del coma? Más bien cuándo.

– no lo sé, yo no estaba cuando pasó, despertó luego de que empezó todo y yo no estaba con mi familia.

– ¿por qué no? – desvié la mirada. – ¿es la misma razón por la que te desaperciste un mes?

– sí.

– si no puedes o no quieres decirme, no hay problema, si es demasiado personal.

– gracias. – carraspeé aclarando mi garganta. – ¿y contigo?

– Hari fue la primera en morir, ya sabes, caminantes, a papá lo mató un grupo, por lo que tengo entendido ya todos murieron, oh bueno eso es lo que quiero creer, ayudó a tomar una prisión pero no resultó y en esa prisión mi papá murió. – sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.

– ¿cuál prisión?

– la que está cerca de Núñez. – sentí frío en mi pecho. – ¿por qué?

– por nada, sigue.

– de Will no hemos sabido nada, está desaparecido desde hace un tiempo, por lo que pensamos que está muerto... pero quiero creer que sigue vivo. – tomé su mano.

– seguramente lo está. – sonrió.

– eso espero. – volvió a tomar aire. – mis padres, Will, Lauren y yo logramos huir de la ciudad y estuvimos como nómadas por meses hasta que llegamos a un campamento, pero luego llegó un sujeto diciendo que si tomábamos una prisión de unas malas personas tendríamos un techo, papá, Will y Lauren fueron pero sólo ella logró regresar diciendo que nadie se había quedado con la prisión y que nadie había sobrevivido, seguimos de nómadas hasta llegar aquí, nos asentamos, mamá siguió su trabajo como maestra en la escuela y Lauren como enfermera pero tuvo que salir por mas medicamentos, suministro médico y provisiones. – contó.

– me alegro mucho, Adrien, parece ser un buen lugar.

– lo es, es bastante sereno, bastante justo. – dijo mirando alrededor, y es cierto, el Reino se ve como lo describe. – ¿y de dónde vienen Rick, Carl, tú y tu grupo?

– tenemos una comunidad no muy lejos de aquí, se llama Alexandria, mi papá es el líder y mi esposo es su mano derecha junto a su novia y un amigo nuestro.

– ¿Rick tiene novia? – asentí. – wow... qué bueno que siguió adelante.

– sí, es una mujer muy buena, papá y ella congenian muy bien.

– ¿y qué opinan Carl y tú?

– es la mejor amiga de Carl, ya sabrás, está más que feliz, y yo... si papá es feliz con ella, yo igual, lo respeto. – sonrió.

– apenas reaccioné... ¿dijiste "mi esposo"? – asentí y sonrió desesperanzado. – me alegro por ti, ¿cómo...? – se aclaro la garganta. – digo... em...

– ha estado en el grupo desde que inició esta mierda, se convirtió en el hombre de confianza de mi papá, su mano derecha, su hermano, bueno... su yerno, él es... – suspiré enamorada pensando en él, con una sonrisa. – lo amo. – lo miré. – lamento haber desaparecido de un día para otro y no dar explicaciones, sé que te las mereces y te las daré cuando pueda dártelas... digo... sí puedo, no es algo que alguien me prohiba, pero es algo de lo que no me es fácil hablar, y lamento que te enteres así de esto, que ni siquiera dimos por terminada nuestra relación formalmente.

– descuida, Rory, lo entiendo, seguiste con tu vida, no te culpo, yo no debí llegar y besarte, sólo dime que tu esposo no vio eso.

– no, tienes suerte de que no, pero su mejor amiga sí y pues Carl también. – me miró preocupado. – no te preocupes, no dirán nada...

– okay... aún así lo lamento.

– descuida. – volteé hacia el edificio. – creo que debería volver a mi habitación, fue bueno verte.

– lo mismo digo. – se acercó y me abrazó, lo abracé devuelta, me levanté y me alejé volviendo al edificio, donde me encontré a Eli.

– ¿quién es él?

– es Adrien, mi ex novio. – me miró alzando las cejas. – sí, ese Adrien.

– ¿y ya le contaste sobre...?

– no, no me atrevo, no sé cómo contarle.

– no tienes que contarle a fuerzas.

– lo sé, pero merece una explicación, me desaparecí de un día a otro y ahora aparecí luego de casi dos años, casada, ni siquiera terminé con él formalmente.

– no te sobreesfuerces, deja que tus pensamientos fluyan y que todo se acomode para que puedas contarle, no te presiones, ¿sí? – asentí.

– gracias.

– no es nada.

– ¿has visto a Lei? – me miró confundido.

– no.

– bueno... luego lo buscaré, gracias... – miré su herida. – ¿cómo has estado?

– ya estoy mejor, aún duele pero ya no es tan insoportable como antes. – sólo sonreí, pasé por su lado, entré al edificio y a dirigí a mi habitación.

No quiero estar en este lugar, pero por ahora es el único lugar en el que deseamos seguros.

Perfect [Daryl Dixon & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora