CAPÍTULO 72: DESOBEDIENCIA

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Narra Rory

Pasaron varios días desde que papá, Daryl y los demás salieron a la guerra, no se ha sabido mucho de ellos, algunos han vuelto, otros se quedaron y siguieron con el plan.

– ¿cómo te has sentido? – me preguntó Nat.

– mucho mejor, creo que la medicina está funcionando. – mentí, de hecho es por la despedida de Daryl, esa despedida me dio esperanza... sólo me falta esperar a que vuelva.

– me alegro, lo mejor de todo es que esto ya se ve cerrado, comoquiera no hagas ningún esfuerzo mayor, mucho menos cargar a Judith o a Norman ¿okay? – me indicó quitándome las suturas.

– claro, descuida. – terminó de quitarlas. – dime, por favor, que ya no tengo que hacerme curaciones.

– tres días más, sólo para prevenir una infección, ¿está bien? – asentí a regañadientes. – okay, ya puedes irte.

– gracias. – respondí, poco a poco su confianza en mí ha vuelto, de nuevo puedo ir sola a dónde quiera —menos a la armería—, pero no puedo tener ni usar ningún cuchillo u objeto cortopunzante.

Salí de la enfermería y volví a mi casa con Carl, Michonne y Jude.

– Michonne... Carl... – les hablé, ninguno respondía.

– hola... – apareció Evan con Jude.

– hola, ¿qué haces aquí?

– cuidando a Jude.

– ¿y por qué lo haces tú y no Carl?

– me pidió que lo hiciera.

– ¿y Michonne?

– no lo sé, creo que salió con Rosita. – sólo asentí entendiendo.

– ¿y sabes dónde está mi hermano?

– no, no me dijo a dónde iba. – respondió, pero cometió un error que siempre hace cuando miente, hizo un gesto como si le picara la nariz y le tembló la voz.

– ¿oh, en serio?

– sí, ya sabes cómo es él.

– sé que mi hermanito no se arriesgaría, ya aprendió su lección cuando fue al Santuario. – se puso más nervioso. – Evan, ¿dónde está Carl?

– no lo sé.

– Evan... te conozco bastante bien, sé cuando dices la verdad...

– y te la estoy diciendo. – me interrumpió.

– no, no lo haces, Evan, dime dónde está. – se quedó callado y ahora sí se rascó la nariz. – ¡Evan, si Carl está afuera de Alexandria y muere por un caminante o un salvador, su sangre estará en tus manos! – le dije empezando a mortificarme más.

– fue a buscar a un hombre, contó que ustedes lo vieron en una gasolinera hace unos días. – confesó.

– mierda, sí, sé a quién se refiere... – entré en pánico, le dije que no fuera detrás de él. Y no es idiota, esperó el momento indicado para irse. – ah... préstame tu cuchillo y tu arma.

– Rory...

– sé seguir huellas, podré hallarlo, pero moriré si no tengo con qué protegerme.

– no puedes salir, si quieres yo voy por él.

– yo me encargaré de mi hermano. – le extendí el brazo, bufó y se acercó, tomé su arma de su pistolera y su cuchillo de su cinturón. – gracias, por favor, cubrenos.

Perfect [Daryl Dixon & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora