CAPÍTULO 77: CRISIS DE FE

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Pasaron los días, los Salvadores atacaron Hilltop, haciendo que varios murieran por balas infectadas. Entre ellos...

– lo lamento tanto, Adrien. – me abrazó aún mirando la tumba.

– ella está en un lugar mejor. – se limpió la nariz con su camisa. – está con papá, Will, Hari y Lauren.

Lauren había fallecido la otra noche, la misma noche que Alexandria fue atacada, el Reino también lo fue y varios murieron, entre ellos Lauren... y ahora su madre también.

– ¿crees en un lugar después de la muerte?

– ¿Cómo el Cielo o el paraíso?

– no, es decir, no lo sé... un lugar sereno donde puedas estar después de morir.

– creo que dependería de tus acciones antes de morir, todas serán juzgadas por Dios.

– ¿sigues creyendo en Él? – asintió.

– ¿tú no? – me inmuté.

– sé que Él sólo pide amor, fe, respeto y misericordia el uno con el otro, pero... ¿que si lo he dado y aún así me quita todo? Mis hermanos, mi mamá, mi bebé, mi paz... A veces me he puesto a dudar si en verdad existe alguien más poderoso, alguien benevolente y justo... que tal vez estamos solos aquí y nuestros muertos sólo están enterrados a tres metros bajo el suelo y ya, nada más allá de eso... el Cielo y el Infierno, el paraíso, todo eso es una vil mentira para reconfortarnos, una estupidez. – terminé de decir y lo miré, parecía verse más decaído. – lo siento, no quise...

– descuida, tal vez tengas razón, tal vez no, nunca lo sabremos hasta morir y verlo por nosotros mismos, no está mal tener una crisis de fe, vuelves a preguntarte por qué crees y te haces la pregunta "¿Debería seguir creyendo o ya no vale la pena?".

– ¿Alguna vez has tenido una? – asintió.

– varias veces, cuando empezó todo y Hari murió, pensaba que Dios nos había abandonado, que la caída era el inicio del juicio final y todo esto era el castigo eterno por nuestros pecados.

– suena... injusto.

– nada en esta vida es justo, bella. – sonreí.

– hace mucho que no me llamabas así, me llamabas así por...

– por la princesa Aurora. – contó sonriendo. – mi bella durmiente.

– mi príncipe azul. – le dije bromeando nostálgica y nos quedamos mirando algo cerca, sentí un escalofrío que supongo no es nada bueno. – creo que debería irme, tengo que cuidar a Jude. – asintió, me separé del abrazo y me alejé.

– ya sabes lo que te he dicho... – me dijo Ally con los brazos cruzados, no tan contenta. – vi cómo estaban Adrien y tú.

– jamás le haría daño a Daryl. – me miró dudosa. – ya no y menos de esa forma. – la abracé. – ¿no abrazarás a tu tía? – rodó los ojos y carcajeé, sólo trató de safarse del abrazo y la solté. – ¿cómo estás?

– estoy mejor, cada vez es menos la espera para conocer a mi niño. – sonreí con dulzura. – ya quiero que llegue ese día, no espero la hora de tenerlo en mis brazos.

– aww... me alegro mucho por ti, Ally. – sonrió agradecida.

– ¿y tú, cómo estás? – suspiré.

– supongo que bien... – me miró preocupada. – aún no he podido leer la carta que me dejó, es... me es imposible leerla... esa carta son sus últimas palabras hacia mí, aún no puedo.

Perfect [Daryl Dixon & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora