CAPÍTULO 73: RECONCILIACIÓN

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Comencé a caminar hacia la casa y vi a Daryl afuera de la suya.

– ¿qué haces aquí? ¿No deberías estar afuera... no lo sé... en la guerra?

– ¿prefieres que esté afuera que aquí?

– no, la verdad te prefiero aquí, pero... ya sabes cómo está todo por acá.

– aún no termina, algunos volvimos pero tenemos que salir de nuevo. – sólo ladeé mi cabeza. – ¿podemos hablar?

– claro. – entramos a su casa y nos fuimos a sentar al sofá.

– no sé realmente cómo hacer esto, normalmente me alejo...

– si te soy honesta, yo tampoco sé, nunca habíamos tenido algo así... bueno... creo que sólo lo de la granja, pero... esto no es nada comparado con eso. – dije. – lamento demasiado haberte lastimado tanto y sé que aunque te pida perdón mil veces no soluciona nada, sólo quiero que sepas que estoy muy arrepentida de todo lo que dije, no estaba en mis 5 sentidos, no me justifica pero... lo lamento. – bajé la mirada hacia mis manos, ni siquiera podía mirarlo por la vergüenza.

– sí me heriste, pero sé que no eras tú quién lo decía, se nota cuándo eres tú y cuándo son las voces quienes empiezan a hablar impulsivamente, sé que tú nunca me herirías, no a propósito, ni siquiera para demostrarme algo... Rory... – me habló. – mírame. – lo hice. – eres la persona que más amo, te dije que no iba a dejarte sola, que te protegería, que te mantendría a salvo, no voy a romper mi palabra.

– ¿en serio aún me amas a pesar de todo eso?

– sí, sólo fue un tropezón, todo matrimonio tiene peleas y altibajos.

– ¿tú qué sabes de matrimonios? – le pregunté riendo y sonrió.

– no mucho, pero lo aprendí de ti. – sonreí.

– ¿entonces...? – se acercó más, metió una mano al bolsillo de su pantalón y de este sacó mi collar.

– sí, si tú quieres.

– esta vez lo haré yo... – sonrió aguantando la risa. – ¿y si cambias tu apellido a Grimes? Ya sabes... Daryl Grimes. – carcajeó. – okay así no, am... ¿aceptas estar juntos como marido y mujer por el resto de nuestras vidas?

– claro que sí, acepto. – me puso mi collar y aprovechando que su cara estaba demasiado cerca de la mía, me besó. – eso fue muy romántico.

– lo sé. – lo abracé. – te amo, Daryl.

– y yo a ti, Rory. – volvió a besarme, pero esta vez apasionadamente, no era uno de esos besos tiernos, lo tomé de la nuca y me acerqué más, él me tomó de la cintura con ambas manos e hizo que me acostara y me abriera de piernas para luego ponerse encima mío.

Sentía como mi corazón se aceleraba y mi vagina comenzaba a palpitar, estaba excitaba. Me tomó del muslo y acercó mi pelvis a la suya, haciendo que sintiera el bulto en su pantalón, comenzó a bajar su labios hacia mi cuello y me tomó de ambas manos, entrelazando nuestros dedos.

– Da..Daryl... – gemí. – oh Dios... – dejó de besarme y me miró a los ojos, volví a observar sus hermosos ojos azules. – me encanta hacerlo contigo donde sea, pero... ¿y si vamos a nuestra cama?

– me parece bien. – se levantó y me cargó.

– puedo caminar.

– cállate, déjame ser romántico. – reí y me sujeté bien, hasta llegar a la habitación, me dejó cuidadosamente en la cama y se quitó la camisa, igual yo comencé a quitarme la ropa.

Perfect [Daryl Dixon & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora