CAPÍTULO 51: ÉL POR MÍ

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Amaneció y la caravana con Rick y Negan volvió, papá parecía estar aterrado, mucho más de lo que ya estaba. Toda mi vida he visto cómo se pone cuando está aterrado, pero jamás así, la única vez que lo llegué a ver así, fue cuando murió mamá.

Negan salió arrastrándolo de la chaqueta hasta dejarlo en medio todos.

– apunten a la altura de la nariz para que cuando disparen, ¡boom! sea un jodido espectáculo. – dijo riendo.

– por favor.. por favor... – susurraba Rick llorando.

– ven chico. – Carl se levantó mirándome preocupado, caminó hasta Negan y él se quitó el cinturón. – ¿siniestro?

– ¿qué?

– ¿eres zurdo? – negó y le amarró su cinturón en el brazo izquierdo. – ¿te duele?

– no.

– debería. – arrojó su sombrero a otro lado, un poco lejos. – acuéstate boca abajo, a un lado de tu padre y separa los brazos del cuerpo. – lo obedeció. – Simón, ¿tienes un plumón?

– claro. – se lo arrojó.

– lo siento niño, esto estará muy frío, más frío que las pelotas de una momia, listo. – dijo haciendo una raya un poco arriba del codo.

– no lo hagas, no lo hagas. – le suplicó Rick.

– ¿qué? yo no voy a hacer nada, tú lo harás, Rick, quiero que tomes tu hacha y le cortes el brazo a tu hijo. – mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

– por favor no lo hagas, por favor no lo obligues a hacerlo. – supliqué.

– no tienes porque hacer eso, entendemos, entendemos. – le dijo Michonne.

– tal vez ustedes entienden pero quiero ver si Rick lo entiende. – Rick parecía estar en shock. – hazle un corte limpio, de unos 45 grados, para que mueva el brazo, estará bien.. eso espero. – él seguía sin hacer nada. – Rick, no me hagas contar.

– papá, hazlo, sólo hazlo. – le decía Carl.

– házmelo a mí, házmelo a mí.

– no, tienes que hacerlo, no me hagas contar.

– házmelo a mí.

– 1...

– házmelo a mí. – seguía suplicando.

– 2... – le dio una cachetada. – hazlo. – Rick tomó con una mano la mano de Carl y con la otra tomó el hacha dispuesto a hacerlo. – Rick, Rick... – le quitó el hacha. – tú eres mi proveedor. – le dio una cachetada. – respóndeme cuando te hablo, tú eres mi proveedor.

– soy tu proveedor.

– tú trabajas para mí.

– yo trabajo para ti.

– esa es la maldita mirada que quería ver. – dijo feliz y se levantó guardando el hacha. – les quitaremos un peso de encima, llevense a Eli. – tomaron a Eli y lo subieron a una camioneta. – am... nos llevaremos a... ¿cómo se llama? – preguntó señalando a Daryl.

– Daryl. – contestó Dwight.

– oh wow, Daryl, hasta el nombre me gusta. – lo tomaron.

– llévame a mí. – hablé desde mi lugar y me miró.

– ¿qué?

– llévame a mí en su lugar. – me miró, pero esta vez como si me escaneara.

– Rory... – me susurró Carl. – no lo hagas.

Perfect [Daryl Dixon & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora