Perfect [Daryl Dixon & Tú]

CAPÍTULO 85: CRISIS Pt 2

Salimos a la plaza central y nos fuimos a sentar a una banca.

– tengo que ir a revisar la papelería de bienes raíces, a ver si hay un apartamento vacío cerca del mío. – comentó Ally y sonreí. – me aseguraré que no esté cerca de Daryl.

– Ally... no tengo problema con que esté cerca de él.

– tú no. – dijo, dando a entender que a él sí.

– okay... perfecto, aquí nos quedaremos.

– no, los llevaré a mi apartamento, podrás ver a Dawn. – sonreí.

– ¿cómo es que sigues teniéndome confianza después de tantos años de no vernos? – le pregunté aún sin comprender.

– ¿cómo es que tú aún confías en mí?

– touché. – respondí, no es mentira, es la persona en la que más confío.

– y porque sé que no harías nada en contra de Dawn, Norman o contra mí, eres incapaz... pareces ser la misma Rory que hace 6 años y yo soy la misma... al menos contigo. – sonreí. – ¿o acaso me tengo que preocupar por dejar a mis hijos contigo?

– claro que no. – suspiré. – ¿crees que Norman me recuerde?

– no sé, tenía 3 años cuando te fuiste. – suspiré.

– me siento mal, todo lo que me perdí...

– Rory.... no te sientas así, si Daryl no hubiera sido el lacayo de Rick, quizás las cosas habrían sido diferentes, no te culpes.

– ¿entonces culpo a Daryl?

– pues... un poco. – respondió no tan segura.

– ¿de qué culpan a papá? – preguntó Gen y ambas sonreímos, alivianando un poco el ambiente.

– de robar mi corazón. – respondí.

– ugh, qué cursi. – dijo Ally asqueada.

– cállate, que tú eras peor con Dim, mi linda sobrina.

– ¡Ay! ¿Tenías que recordarme eso? – solté la carcajada, ella sólo se me quedó mirando con una sonrisa.

– ¿qué?

– te extrañé, idiota.

– yo igual, estúpida. – la abracé.

– oh no... – soltó nada contenta.

– ¿qué? – pregunté separándome.

– ahí viene Nat.

– vigila a los niños, por favor. – asintió y me acerqué a Nat, pareciera que caminaba directamente a nosotras. – Nat... – me dio una cachetada.

– ¿cómo pudiste? ¿Cómo pudiste hacerle eso a Daryl, a tu papá, a Judith... a todos? – preguntó molesta.

– tenía que hacerlo, por mi seguridad y en algún momento por la seguridad de mis hijos. – los miró.

– privaste a Daryl de su paternidad.

– no me digas lo que ya sé y que no es de tu incumbencia.

– ¿no lo es? ¿quién estuvo apoyándolo? ¿consolandolo por tu partida? ¿Tratando de que no se suicidara porque tú eras su vida entera? No te imaginas el sufrimiento que mi hermano pasó por tu culpa.

– sí lo hago, yo también sufrí, estuve 7 años afuera, pasé mi embarazo sola y cuidé de dos bebés, de dos niños sin tener que tomar nada de medicamento para mantener la cordura, ¿sabes lo difícil que es criar a dos niños cuando no eres mentalmente estable y no tienes un lugar seguro a dónde ir? – le pregunté.