CAPÍTULO 62: CAROL

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A la mañana siguiente desperté y me sentí extraña, sentía que algo no estaba bien. Me levanté y caminé hacia la cocina, estaba llena de sangre, el cuchillo estaba lleno de sangre.

– ¡Eli! – grité. – ¡Eli, ¿qué pasó? Hay mucha sangre aquí! – le hablé pero no recibía ninguna respuesta. – Eli... – fui a su habitación a buscarlo y me encontré con lo peor, estaba...

Estaba muerto, pero eso no era lo peor, era la escena ante mí, tenía los intestinos de fuera, los brazos y las piernas rajadas que hasta se veían los huesos, igual la boca. Luego me miré y estaba manchada de sangre, de SU sangre.

– no, yo no fui, yo no lo maté, yo no lo maté.

– eres una asesina. – escuchaba la voz de Daryl, de papá, de Carl, de Maggie, de Glenn, de varios diciéndome lo mismo.

– ¡basta! ¡no soy una asesina! ¡no soy una asesina! – comencé a gritar. – ¡no soy una asesina! – desperté, sólo era otra pesadilla, otra jodida pesadilla.

– ¿estás bien? – me preguntó Eli entrando a mi habitación, se veía asustado, negué.

– soñé que te mataba y que todos me decían asesina, estoy cansada, estoy cansada. – dije meciendome mientras abrazaba mis piernas. – ya no puedo más.

– tienes que sobrevivir, no es momento de rendirse, tú misma lo dijiste. – asentí, se lo dije cuando estábamos escapando del Santuario. – dejame ayudar a salvarte una vez más, por favor, sabes que no me rendiré contigo, quiero que estés bien, eres como una hija para mí, no puedo perderte, no puedo perderte a ti también.

– no me vas a perder, Eli, ¿okay?

– ni tú a mí. – sonreí y lo abracé. – te quiero mucho, tú también eres como un papá para mí, eres como mi segundo padre. – me abrazó con la misma fuerza. – gracias por ayudarme aunque sea un caso perdido. – carcajeó y se separó del abrazo.

– no eres caso perdido.

– cualquiera con un trastorno mental en un apocalipsis es un caso perdido.

– no es cierto, ahí tienes a Evan, a Ally y estás tú, ustedes no son casos perdidos, agrega a las personas que ahora padecen PTSD y depresión por todas las tragedias y las muertes.

– sí, tienes razón. – sólo miré mis manos.

– convencí a Morgan de que me dijera dónde está la casa de Carol, te dibujaré un mapa y te escribiré las indicaciones. – asentí.

– muchas gracias, Eli.

– no es nada.

[...]

Al mediodía salí del apartamento, me despedí de Eli y caminé hacia las puertas.

– ¿te vas? – escuché a Ezekiel.

– sí, lo lamento, es sólo que... – miré alrededor. – no puedo estar aquí, lamento lo de ayer.

– descuida, me contaron sobre lo tuyo, no puedo decir que te entiendo, pero supongo que es algo muy difícil de sobrellevar.

– sí, lo es.

– aún así, eres bienvenida cuando quieras.

– gracias, Alteza. – respondí. – debería reconsiderarlo.

– ¿qué cosa?

– el trato con Rick, Dios no quiera que un día los salvadores lleguen a hartarse y ataquen el lugar, pero puede pasar, si une fuerzas con Hilltop y Alexandria lograremos derrotar a Negan.

Perfect [Daryl Dixon & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora