Mezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción.
A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...
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30 de agosto, 2021.
Olivia y Julian salieron de la habitación tomados de la mano, con él siguiéndola unos pasos mas atrás para poder bajar la escalera cómodos.
Enzo ya no los veía porque estaba ocupado viendo el partido y comiendo papas fritas de paquete.
- ¿Viste mi celular? - Preguntó la morocha bajito para no molestar a Enzo, que igual no la hubiese escuchado porque estaba muy concentrado en el televisor.
- Esta sobre la mesa de la entrada. - Respondió Julian, señalando el lugar con la mano con la que aun sostenía la mano de Olivia.
Ella sonrió y se separó de él para ir a buscarlo. Julian siguió camino y se sentó al lado de su amigo, mientras le robaba un puñado de papas.
La morocha tomó su teléfono y desbloqueó la pantalla para ir directo al chat de su amigo pelirrojo, sabia que él la iba a haber puteado por desaparecer.
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El mensaje fue visto al microsegundo de ser enviado y enseguida su pantalla se iluminó con una llamada telefonica de parte del pelirrojo.
- Hola Ed, estoy viva. Perdon. - Dijo ella mientras cruzaba la sala en dirección al patio de Julian, para poder hablar tranquila sin molestar a los amigos. Julian la siguió con la mirada y rió al ver como ella se estaba reportando frente a Ed. Con el pedo que tenía la noche anterior, ni siquiera habia pensado en despedirse o avisar que se iba.
