Mezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción.
A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...
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2 de agosto, 2021
Las dos chicas salieron del edificio sin que los demás las vieran, estaban muy ocupados hablando con representantes, CEOs, compañías y abogados como para notar que ambas se fueron luego de que Olivia se cambie.
Oriana tomó el auto de su novio y condujo siguiendo las instrucciones de Olivia. La morocha había perdido la cabeza, ya no estaba en sus cabales y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de quitarse de encima el odio que traía.
Estacionaron en las afueras de un predio y Olivia se bajó del auto para hablar con el hombre que se encontraba en la casilla de seguridad. Sonrió con dulzura y tocaba su cabello mientras hablaba, haciendose la linda para que un hombre idiota hiciera lo que ella quería, solía salir bien bastante seguido.
El hombre dejó que ambas chicas entren y accedió a apagar un par de cámaras y mirar para otro lado mientras Olivia hacía lo que tenía que hacer, todo a cambio de unos pocos miles de dólares. La morocha estaba dispuesta a pagar lo que sea con tal de satisfacer las pulsiones de muerte que gobernaban su psiquis.
Oriana la miraba mientras Olivia volvía al auto para tomar el palo de amasar que había traído con ella, y se bajó para perseguirla en un intento de controlar que no haga nada tan extremo. Olivia caminaba unos metros más adelante de su amiga, iba con un paso firme y apresurado. No tenía ni una duda sobre lo que iba a hacer, estaba segura, cegada por la furia.
En cuanto llegó a destino tomó el palo de amasar y lo levantó por encima de su cabeza antes de bajarlo para golpear de lleno el capó del auto de Kylian. Oriana abrió la boca y los ojos con sorpresa mientras veía a la morocha descargar su furia contra puertas, parabrisas y espejos. La alarma del auto comenzó a sonar mientras la morocha golpeaba una y otra vez.
Además del futbol, la otra pasión del francés eran los autos, éste que Olivia golpeaba era el auto que él se había comprado para usar aquí con ella.
La morocha sabía que comprarse un auto o arreglar éste no iba a ser problema para él, pero Kylian solía aferrarse mucho afectivamente hablando, sus autos eran realmente amados por él, casi como si fueran una mascota. Iba a dolerle ver a su auto destrozado, y Olivia estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que le duela.
Los vidrios estaban completamente rotos, al igual que las puertas abolladas y ralladas. Oriana miraba para todos lados con miedo de que alguien las vea. Olivia seguía dándole al auto con una sonrisa casi maníaca en los labios.
El ferrari del morocho había perdido toda su belleza y funcionalidad ante los golpes de ella, que ahora estaba parada sobre el capó para tener un mejor ángulo para los golpes.
La puerta que unía la cochera con el predio se abrió, los entrenamientos habían terminado hacía un tiempo y algunos de los futbolistas estaban listos para volver a sus casas.
