20 de Noviembre, 2022
Los gritos se oían a través de las paredes.
Las pieles de todos los jugadores se erizaban al sentir a la gente gritar, pidiendo por verlos, pidiendo por el inicio de esta magia que sólo podían obtener cada cuatro años. Cuatro míseros años que pasaban con lentitud en comparación a los 29 días que iban a volar.
Cada estadio había sido construido con el sudor, las lágrimas y la sangre de un país que lo había dado todo para poder convertirse en la sede del Mundial de la FIFA 2022. Un mundial que devolvía emoción y alegría a miles de personas, a decenas de países. Un mundial que llegaba justo después de una pandemia, que aparecía en medio de una guerra. Un mundial que era el rayo de esperanza que hacía que la gente tenga algo por qué vivir, que logren olvidar sus problemas.
Ya no importaba ninguna crisis económica, no importaba el trabajo ni los estudios, no importaba si te habían roto el corazón o si la peor de las noticias había llegado. El mundo se ponía en pausa ante este evento.
En Argentina no había una persona en las calles, todos estaban conectados en frente al televisor viendo la inauguración del evento por el que habían esperado por más de 1982 días. Ver a Messi en la cancha otra vez, intentanto obtener su revancha, luchando codo a codo con un grupo de guerreros que estaban listos para dejar su vida con tal de que él pueda levantar la copa.
Argentina no jugaba hasta dos días despues, pero los nervios por el inicio de este mundial hacían que la persona menos futbolera del mundo se interese por ver un partido entre Ecuador y Qatar.
40 millones de argentinos en pausa frente a las pantallas, soñando con ver las caras de sus jugadores, aquellos en los que ponían toda su confianza, sueños y macumbas. El anulo mufa era la frase más dicha en el año, todos preparando sus cábalas, todos esperando a gritar el himno, todos esperando el momento de salir a pelear.
Una Argentina invicta, a punto de alcanzar un record. Campeones de Ameríca que iban por más, que soñaban llevar ese invicto hasta el 18 de diciembre, y continuarlo por mucho más tiempo.
Las señales se veían por todos lados. 78 - 86 - 22 eran los tres números que más se jugaban en la quiniela.
La foto de Diego con la copa en una mano y la bandera de Qatar en la otra; un arquero que no usaba la uno, al igual que en el 78 y en el 86. Un equipo dirigido por la mística, por las creencias de un pueblo que dejaba de lado los conflictos para soltar un lagrimón al escuchar su himno nacional, ese que lo hacía sentir completamente orgulloso de ser Argentino.
Demasiada mística, demasiados sueños, demasiada esperanza, demasiada confianza. Demasiado en juego.
Las luces del estadio iluminaban la oscura noche catarí, llenando de emoción el corazón de todos los presentes. Países extranjeros gritando el nombre de Messi, reconociendo al mejor del mundo, a diferencia de los envidiosos que sólo buscaban bajarlo.
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KARMA - Julian Alvarez (Taylor's Version)
FanfictionMezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción. A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...