Mezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción.
A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...
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26 de Mayo, 2022.
- Ya saqué los pasajes. - Dijo el gualeyo chequeando la compra una vez más. Olivia levantó la vista desde el sillón y le lanzó una pequeña sonrisa, su cabeza estaba dispersa y no había escuchado nada de lo que Licha le estuvo diciendo en la última media hora.
Era jueves, Lisandro tenía un amistoso con la selección ese día. Iban a probar las diferentes tacticas y combinaciones que Scaloni tenía preparadas para el mundial, estaba en juego el lugar en la convocatoria, todo tenía que salir bien.
El gualeyo había invitado a Olivia a una escapada de fin de semana, iban a pasear por España para disfrutar de los hermosos dias primaverales que los acompañaban en esas fechas. Iba a ser su primer viaje juntos, la primera vez que compartían una escapada, unas vacaciones a solas, con lo que sea que su relación fuera.
- Genial. - Susurró ella, volviendo la vista a su cuaderno. Se había quedado sin inspiración luego de grabar Haunted en la casa de Ed, de repente las palabras se le habian borrado de la cabeza y todo lo que escribía le parecía un asco. Tachaba las hojas con frustración y pasaba a la siguiente, ya estaba harta. Hacía días que intentaba escribir aunque sea dos versos, pero parecía que ya había gastado todas las ideas que tenia.
Lisandro se levantó de la silla dejando la computadora atrás y se acercó a ella, sentándose justo detras para que Olivia pueda recostarse en su pecho. La morocha cerró los ojos y se relajó ante el agarre y las caricias del chico.
- Te va a hacer bien tomarte unos dias, necesitas despejar la cabeza. - Dijo él luego de unos segundos mientras acariciaba los brazos de la chica, que se mordía las uñas del estrés que le generaba sentir que habia perdido su chispa, su magia, su esencia.
Si Olivia no podía escribir, no era nada. Ella era música, pero ahora no estaba siendo nada en verdad, sentía que su vida no tenía sentido sin sus melodías, rimas y metáforas.
- Si. - Dijo ella volteandose a verlo con una sonrisa de agradecimiento, realmente apreciaba que él se preocupe tanto por ella, pero a la vez la hacía sentir culpable. No podía decirle lo que le pasaba, no podía admitirle que extrañaba a Julian, no podía mirarlo a los ojos y confesarle que lo quería mucho pero que su corazón le pertenecía a otra persona.- Voy a ir a darme una ducha.
Besó la mejilla del gualeyo y se levantó, dejando el cuaderno sobre la mesa ratona y dirigiendose al baño a paso lento, no tenía ganas ni de caminar.
Licha la miró con tristeza, sabía que habia algo dándole vueltas en la cabeza, pero no sabía qué. Queria tener la habilidad de leerle la mente, de comprender qué era lo que atormentaba esa cabeza, qué era lo que le borraba el brillo que tanto la caracterizaba.
