Mezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción.
A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...
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18 de diciembre, 2021
El silencio reinaba en todo el ambiente. Los presentes intercambiaban miradas confundidas, intentando comprender la situación, intentando atar cabos y entender el por qué del comportamiento de Julian y el por qué de su llanto.
Las miradas estaban puestas en Olivia, que se quedó recalculando unos segundos en la misma posición en la que estaba cuando Julian se alejó hacia el jardín.
Él la había dejado ahí afuera, de cuclillas, intentando comprender qué había sucedido. Ella no lograba darse cuenta de qué había pasado. Minutos antes todo estaba más que bien entre ellos, y ahora todo estaba en guerra.
La cabeza de Olivia iba a mil por hora intentando adivinar o imaginar qué podía haber pasado, pero nada le parecía lo suficientemente grave como para que Julian reaccione así. Y por cómo la había tratado, teniendo en cuenta que él sólo la había tratado de esa forma cuando ella le avisó que iba a irse de Calchín, Olivia sabía que debía ser algo grave.
La fiesta continuaba dentro del salón, pero afuera nadie festejaba.
Olivia no iba a permitir que la noche de bodas de Oriana y Paulo las cosas se descontrolen así. Sabía que tenía que tomar las riendas y arreglar la situación, no iba a permitir que Julian la trate de esa manera sin al menos darle una explicación.
Ella se levantó del suelo con el ceño fruncido. Estaba anestesiada, como en estado de shock, intentando asimilar lo que estaba sucediendo.
Todos tenían la mirada clavada en ella. Preocupados, confundidos o molestos, controlaban todos sus movimientos.
- Oli. - Intentó decile Oriana, acercando su mano para tomar su muñeca y ayudarla a calmarse.
Olivia levantó su mano pidiendo espacio, Oriana se detuvo donde estaba y evitó acercarse. La ojiazul sabía que si alguien la tocaba, ella iba a largarse a llorar. No era el momento de hacerlo.
Sumida en sus pensamientos, Olivia empezó a caminar en la misma dirección en la que Julian había ido. Iba con paso firme y determinado, dispuesta a ponerle los puntos y buscar una aclaración. Pero sobretodo, dispuesta a arreglar las cosas.
Enzo intentó ir tras ella, estaba preocupado por cómo Julian iba a reaccionar en cuanto la vea, pero Ed lo tomó del brazo y se lo impidió.
- Dejala. - Le indicó con seriedad. - Es un tema de ellos.
El morocho hizo caso enseguida, mirando con angustia y confusión el lugar por el que sus dos amigos se habían retirado.
Olivia caminaba apresurada y enojada en dirección a Julian. Iba a demandar explicaciones y a pelear hasta que él se disculpe, o por lo menos le explique el por qué de sus actos.
Lo encontró justo en el lugar en que se había llevado a cabo la ceremonia, sentado en la misma silla en que había presenciado el casamiento. La misma silla en que había visto a Olivia caminar hacia el altar vestida de blanco.
