Mezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción.
A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...
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20 de Junio, 2022
El cordobés palideció por completo mientras sentía como si el suelo sobre el que estaba parado se hubiera abierto, dejándolo caer al vacío. No solo tenía a su referente hablando mal del amor de su vida, sino que estaba dejando en claro que si Julian mantenía una relación con ella, ya no tendria un puesto en la selección.
Scaloni se dio media vuelta y empezó a caminar, alejándose de ellos para evitar tener que cruzarse con Olivia, realmente no la podía ni ver. Julian podía sentir como las piernas le fallaban, pero aún así empezó a caminar detrás de él con tanta furia que sentía que podía largarse a llorar en cualquier instante.
Los demás se quedaron en silencio mirandose entre ellos, sabían que la cosa podía complicarse en cualquier segundo y que había demasiado en juego.
Las chicas llegaron a la ronda y todos las recibieron con un abrazo, intentando disimular lo que acababa de pasar.
- ¿Y Juli? ¿A donde fue? - Preguntó ella confundida mientras saludaba a Emiliano luego de ver que su chico se habia ido casi corriendo tras verla llegar.
- Ahora viene, no te preocupes. - Respondió él con una sonrisa, pero sin dejarla completamente tranquila.
Olivia siguió saludando a todos los presentes, que intentaban disimular la incomodidad del momento. Cristian miraba todo como a punto de explotar, sabia que en cualquier momento iba a tirar un comentario al respecto, así que Lisandro tomó la posta para distraer a la morocha.
Mientras ella saludaba y conversaba con Nicolas, que era muy bueno disimulando la situación y sacándole una sonrisa a Olivia, Lisandro se acercó a ella pasando un brazo sobre sus hombros.
Ella se giró hacia un costado para verlo y su cara se iluminó por completo, haciendo que Lisandro sonría con ternura. Había extrañado tanto su mirada, su sonrisa.
- Hola, hermosa. - Dijo él mientras Olivia lo abrazaba con fuerza por la cintura. Él rodeaba sus hombros con sus brazos.
La morocha parecía una niña pequeña que abrazaba a un ser querido después de mucho tiempo. Tenia los ojos cerrados con fuerza y una sonrisa enorme que tenía destellos de tristeza debido a la nostalgia que le daba ver al gualeyo.
Un mes sin verlo había sido mucho tiempo, especialmente teniendo en cuenta la carga afectiva que había tenido el último encuentro. Si bien habían hablado por mensajes un par de veces, nada era igual a cuando estaban juntos.
- ¿Como estas? - Preguntó él separándose para verla a los ojos, tomando a Olivia de las manos para moverlas efusivamente, demostrándole que él estaba tan feliz de verla como ella.
- Muy bien. - Susurró ella con ternura mientras miraba la sonrisa tierna del chico.
- No hay nada que me alegre más. - Respondió él abrazandola una vez mas. Saber que lo que había hecho realmente logró cambiar el rumbo de las cosas, devolviendole la felicidad a Olivia y a Julian, lo gratificaba muchisimo.
