Mezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción.
A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...
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14 de diciembre, 2022
Él amaneció sintiendo el corazón completo. Algo en su pecho lo hacía sentir feliz.
Abrió los ojos para encontrarse con la habitación apenas iluminada por los rayos de sol que se colaban por los pequeños espacios que el black out de la ventana no lograba tapar. Miró hacia abajo para encontrarla a ella pacíficamente dormida sobre su pecho.
Ahí estaba ella, su novia.
Olivia había aceptado la propuesta con gusto, incluso llegó a recriminarle que se había demorado demasiado en hacerla. Julian rió mientras besaba con dulzura esos labios que se sentían como estar en casa, festejando que finalmente su mundo comenzaba a rearmarse.
Él recordaba con claridad aquella noche en la que le contó a Olivia su más grande sueño desde que era jóven: era de madrugada en Paris, Olivia y él estaban en la terraza del hotel que Lionel había elegido para festejar su cumpleaños; el sol apenas se asomaba en el horizonte, llenando de colores el cielo parisino. Era el momento de calma antes de la tormenta, estaban tranquilos.
Si Julian hubiera sabido que minutos más tarde Olivia iba a encontrarse con su ex esperandola en la habitación, dispuesto a decirle y hacerle las cosas más horribles, no la habría dejado irse de esa terraza.
Recordó esa conversación en la que se pusieron al día y expiaron sus pecados, contando su relación con Emilia y disculpándose por no haberse despedido de ella antes de que se fuera a Estados Unidos, mientras que ella le contaba de Kylian y lo dificil que fue estar lejos de él sabiendo que la odiaba.
Esa noche Julian le confesó a Olivia que todo eso lo había hecho por el dolor que le generaba saber que su sueño estaba lejos de cumplirse.
River lo había fichado y tenía a la mujer más hermosa del mundo a su lado. Julian apenas tenía 16 años, pero estaba seguro de lo que quería, y sabía que Olivia no era un simple amor adolescente.
Tenía el amor que siempre había soñado, el de ella, y a su vez su sueño de jugar al futbol profesionalmente estaba a la vuelta de la esquina. Todo estaba bien hasta que ella llegó con la demoledora noticia de que se iba.
"En mi fantasía ibas a quedarte conmigo, nos ibamos a casar y yo iba a ser campeón del mundo. Pero no tuve en cuenta que tu sueño era otro, y era igual de válido que el mío.", le confesó Julian esa noche en las que el alcohol del cumpleaños de Lionel les soltó la lengua y les abrió los corazones un poco más. Esa noche Olivia sonrió y acarició su muñeca antes de decirle que estaba feliz de volver a tenerlo en su vida.
Ahora, Julian la miraba dormir mientras se daba cuenta de que esa fantasía que parecía imposible siete años atrás se volvía cada vez más posible. El cordobés estaba a días de jugar la final del mundo, y despúes de tantas idas y vueltas finalmente la tenía a ella dormida entre sus brazos.
