Mezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción.
A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...
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7 de Octubre, 2021.
Olivia despertó tranquila, de la forma en que esperaba despertar el resto de su vida: en los brazos de Julian.
El chico había hecho sonar su despertador pero no había sido capaz de apagarlo, así que Olivia despertó y apagó el sonido horrible antes de que Julian siquiera lo escuche. A pesar del sobresalto que se pegó con el repentino sonido, ella se relajó al ver las facciones de Julian, relajadas y dulces. Estaba completamente dormido, pero igualmente no soltaba la cintura de la morocha.
Ella sonrió y comenzó a acariciar su cabello, estaban frente a frente. Julian sonreía entre dormido al sentir el tacto de Olivia, intentaba no abrir los ojos en un intento de quedarse así para siempre, pero la morocha lo notó y le habló.
- Dale que tenes que ir a laburar. - Le dijo ella con una sonrisa, haciendo que Julian ceda y abra los ojos.
- Me quiero quedar así para siempre. - Dijo él, estrechandola aún más contra su cuerpo, haciendo que la morocha ría. - ¿Me vas a ir a ver? - Preguntó mirandola con esperanza.
Olivia aún no había ido a ningún partido del castaño debido a falta de tiempo o a que no se encontraba en el país. Ese día, la selección jugaba contra Inglaterra, era un partido importante. Julian estaba un poco nervioso, a pesar de ya haber ganado la copa américa, la vísperas del mundial hacían que su estómago sienta cosquillas. Soñaba con quedar seleccionado, sería su verdadero sueño alcanzarlo.
La morocha asintió, sonriendo.
- ¿Me prestas una camiseta? No tengo ninguna. - Julian abrió los ojos, se reprochó a si mismo no haberle comprado una antes.
Él se levantó y buscó entre sus cosas, hasta encontrar una camiseta con su nombre. Se la pasó a Olivia, apoyando la camiseta en su mano pero sin soltarla él. Ella frunció el ceño esperando que él le diga algo o la suelte, pero Julian se acercó a besar sus labios y le dijo:
- Si perdemos no te invito más por mufa.
***
Olivia entró a la cancha junto a sus dos amigas, Valentina y Oriana. Estaban emocionadas de ver a los chicos jugar después de tanto tiempo, y más aún porque era la primera vez que iban a verlos con Olivia allí.
Desde que puso un pie afuera del auto la gente la seguía. La noche anterior había anunciado al mundo entero que estaba con Julian, hoy lo iba a ver jugar. Estaban en boca de todos y ella intentaba hacer oídos sordos, pero los comentarios de cómo había cambiado a Mbappé tan rápido y de cómo siempre se aprovechaba a buscarse futbolistas le molestaban.
Llegaron al palco, alejandose de las cámaras y los periodistas, donde Antonela las estaba esperando junto a sus hijos, que enseguida se pusieron a jugar con la pequeña Olivia.
Las cuatro mujeres se sentaron a verlos jugar mientras los hombres entraban en calor en la cancha.
Olivia estaba algo nerviosa, esperaba que les vaya bien porque queria ver a Julian feliz. Y a la vez estaba algo nostálgica, recordando que la última vez que vio un partido del cordobés fue cuando apenas tenia 15 años y él se estaba probando en river.
