29 de Abril, 2022.
Los labios de Olivia eran una droga para él. No podía separarse, deseaba poder besarlos cada segundo de vida, y no entendía como había hecho para vivir tantos años sin probarlos. Sentía que con cada beso se estaba volviendo más adicto, y que su cuerpo se elevaba hacia el cielo, siendo el agarre de Olivia lo único que lo mantenía en tierra.
El chico se aferraba a los muslos de la morocha como si su vida dependiera de ello, acariciando cada centímetro de su cuerpo, haciendo que su piel se erice.
Las botas de él estaban escondidas debajo de su cama y el resto de su ropa desparramados por la habitación de la morocha. Las prendas habían sido eliminadas y descartadas hacia el piso porque lo único que hacían era estorbar lo que ambos buscaban: el éxtasis que podían encontrar en el otro, el sentimiento de alcanzar la plenitud máxima.
Si le hubiesen dicho a Olivia que esa noche iba a terminar en su cama junto a un hombre, ella se hubiera reido en sus caras. Ahora, ella reía ante las cosquillas que le hacían los besos de él sobre su cuello.
El chico sonreía contra su piel, haciendole cosquillas con los pelos que recién comenzaban a asomarse en esa barba de dos días. Podía sentir como la boca de él se curvaba contra su cuello, sonriendo ante la felicidad que le daba estar así con ella.
¿Qué problema tenía con los futbolistas? ¿Por qué no podía salir con un actor, un cantante, un ingeniero? Cualquier profesión que no implique patear una pelota para poder llevar comida a la mesa.
Quizás era porque todos ellos tenían algo en común: sus cuerpos esculpidos por dios, con esas piernas muscolosas y fuertes que a ella tanto le gustaban; o porque en ellos había algo, una esencia, un aura que los hacía muy parecidos en algún sentido.
Con él, la atraccion no solo era física. Tenían algo.
Él era como ella.
La morocha lo empujó, quitandoselo de encima y haciendo que se recueste en la cama, para poder ponerse encima de él. Olivia se sostenía de su pecho, mirandolo a los ojos, intentando que su cabello no estorbe, mientras él sostenía su cadera, ayudándola para que ella no hiciera todo el trabajo.
Los ojos de él se cerraban de placer, pero hacía fuerza para mantenerlos abiertos y poder verla. No cualquier día alguien tiene el privilegio de poder estar así con Olivia, él iba a aprovechar cada segundo.
Las sonrisas se les formaban en la cara casi automáticamente, estaban felices.
Las yemas de sus dedos acariciaban la piel de la morocha como si estuviera tocando una obra de arte carisima. Lo hacía con delicadeza, con cuidado, con cariño.
Olivia no quería cariño. Ella lo besaba con intensidad, haciendo que a él le explote la cabeza.
Era verdad lo que decían: Olivia tenía cara de buena, de tierna, pero podía llegar a ser bravísima si ella se lo proponía. No por nada Kylian se quedó tanto tiempo con ella; no por nada Julian terminó de perder la cabeza en cuanto le conoció esta faceta.
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KARMA - Julian Alvarez (Taylor's Version)
FanfictionMezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción. A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...