Mezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción.
A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...
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20 de Junio, 2022
- Oli, ¿me estas escuchando? - Preguntó él dejando el cucharón sobre la mesada y girandose a ver a la morocha.
Ella le sonrió como una niña que había hecho una travesura. No había escuchado nada de lo que el chico le decía porque estaba demasiado ocupada viendo como su brazo de trababa al revolver la comida.
- La verdad no. - Respondió ella con una sonrisa. Estaba sentada en la isla de la cocina, esperando que el chico le termine de cocinar el desayuno. La camiseta celeste cubría su figura, haciendo que sus ojos azules destaquen. Tenia cara de dormida aún, pero no había dejado que Julian le lleve el desayuno a la cama.
Él limpió sus manos con un repasador y se acercó a ella hasta que su abdomen chocó contra las rodillas de la morocha, la cual sonrió y abrió la piernas, permitiendo que él se acerque aún más, mientras ella ponía ambas manos sobre sus hombros.
Julian escondió un mechón de cabello detrás de su oreja. Estaba bastante despeinada, lo cual a él le encantaba porque le traía recuerdos de la noche anterior, y de esa misma mañana.
Se acercó a besar sus labios suavemente, afirmando sus manos sobre la cadera de la chica, haciendo que ella sienta cosquillas en su estómago. Olivia sonreía, intentando abrir los ojos que aún le pesaban por las pocas horas de sueño.
- ¿Qué me decías? - Preguntó ella, ladeando la cabeza para mirarlo. Julian continuó hablando sin darse cuenta de que ella no paraba de perderse en su sonrisa.
- Te preguntaba qué planes tenías para hoy. - Dijo él son una sonrisa tierna. Volver a compartir el día a día con Olivia era una de sus cosas favoritas, disfrutaba poder preguntarle "¿qué hiciste hoy?", "¿qué querés que hagamos mañana?". Era una de esas pequeñas cosas de la cotideaneidad que tanto amaba compartir con ella, deseaba poder hacer esas preguntas todos los días de su vida.
- Ah. - Respondió ella con una risita antes de rascar su nariz. - Tengo terapia a las tres, después de eso voy a salir a merendar con las chicas, aprovechando que están todas acá.
Julian sonrió, se ponía contento de que Olivia pueda reunirse con sus amigas una vez más. No se veían en persona desde aquella noche en la que ella detuvo el compromiso, cada uno había tenido que regresar a sus respectivos hogares, pero ahora que la selección volvía a entrenar, todos podían reencontrarse.
Estaba contento de que Olivia tenga a sus amigas cerca, sabía cuánto las extrañaba. Ella estaba feliz porque había tenido un mes bastante movido, dio conciertos por todo Europa, era un milagro si pasaba más de tres días seguidos en Inglaterra, y ahora finalmente tenía vacaciones.
Ese mes en que Olivia se había vuelto nómade había sido muy beneficioso para todos. Ella estuvo de gira con Ed, por lo que tenía contención las veinticuatro horas, mientras que continuaba con sus sesiones de terapia y se encontraba con Julian dos veces a la semana, como mucho. El tiempo separados había sido muy bueno, les permitia extrañarse pero al mismo tiempo poder concentrarse cada uno en sus cosas.
