Mezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción.
A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...
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14 de diciembre, 2022
- Olivia, por favor. - Pedía el Chiqui Tapia mientras veía a la morocha caminar de un lado al otro de la oficina con un gran enojo. - Ya está, no podemos hacer nada. No vamos a jugarnos la final por algo tan simple.
- Es que me da bronca, Chiqui. - Respondía ella, frenando su paso para mirarlo a los ojos. - Se viene a hacer la victima ahora, cuando fue él el que inició todo.
- Lo sé, estoy de acuerdo con vos. - Respondía el hombre, intentando buscar en los ojos del pelirrojo algun tipo de ayuda para tranquilizar la furia de la morocha. Ed sólo se encogió de hombros. - Pero entendeme, prefiero que agaches la cabeza a que les demos en bandeja un motivo para quejarse si es que pierden.
Olivia negaba con la cabeza mientras arrugaba su nariz. Daniela estaba apoyada contra el escritorio del presidente de la AFA, mirando a Olivia en silencio.
- Ya están sacando rumores de que tenemos el mundial comprado, no quiero darles motivos para que quieran armar quilombo después. Por favor. - La mirada suplicante del hombre hacía que la morocha calme su furia. Sabía que no era culpa de él, al contrario, Claudio había hecho todo lo que estaba a su alcance para evitar la situación. - Vas a tener que cambiar la canción, buscar algo que no lo provoque.
Ella bufó mientras se cruzaba de brazos, volviendo a sentarse en el pequeño sillón que estaba contra el escritorio.
Acababan de tener una reunión con los presidentes de la FIFA y la Federación Francesa de Futbol. Los habían convocado para conversar respecto a las presentación de Olivia ya que los dirigentes franceses temían que la morocha pudiera afectar el rendimiento de sus jugadores.
"Me tenes que estar jodiendo", dijo Olivia con un claro acento francés después del largo discurso que Didier Deschamps, el director técnico de la selección francesa, dió para para pedir que la morocha no dé una presentación en la gran final.
El hombre estaba preocupado porque sabía que la morocha tenía un gran efecto en Kylian, y temía que alguna palabra o alguna interacción durante su presentación pueda desconcentrar por completo al jugador estrella.
Ella estaba indignada. Nuevamente Kylian volvía a ser la víctima, el pobre hombre que era atacado por un par de canciones de parte de su ex novia. El jugador estrella, que no era capaz de concentrarse en el juego si ella llegaba a nombrarlo en alguna canción.
"La decisión ya está tomada" avisó el presidente de la FIFA. "Si querés cantar en la final, tenés que hacerlo bajo estas reglas".
Olivia no podía nombrar a Kylian, ni hacer alusión a su relación. No debía provocarlo, ni señalarlo con el dedo, ni decir nada que pudiera generar que el público se pusiera en su contra. Le estaban quitando de las manos la ficha que ella iba a usar, su jugada maestra.
