Mezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción.
A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...
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1 de enero, 2019.
- 3, 2, 1... ¡Feliz año nuevo! - Gritaron los franceses con grandes sonrisas en su rostro.
Él tenía un brazo alrededor de su cintura, haciendo presión sobre su costado para acercarla a él. A Olivia le encantaba. Amaba sentir la manera en la que él se apoderaba de su cuerpo, demostrándole al mundo entero que ella era suya.
Las copas de champagne se elevaron en el aire a modo de brindis en aquel barrio cerrado de París, mientras que los fuegos artificiales iluminaban el cielo y el lugar se llenaba de glitter que caía al suelo junto a la serpentina.
Kylian bebió de su copa sin despegar el contacto visual con Olivia, haciendo que las mejillas de ella se vuelvan rojas. La mirada de su novio la ponía tan nerviosa como el primer día, algo en él la volvía loca. La adrenalina recorría su cuerpo como si estuviera encima de un Maserati viajando a 200 kilómetros por hora cada vez que él la miraba.
El morocho dejó su copa sobre la mesa, al mismo tiempo que se deshacía de la de Olivia. Ella lo dejaba hacer lo que se le plasca, Kylian llevaba la batuta en la relación, ella era su esclava.
La mirada de ella, enamorada y perdida, se clavaba en él mientras que el morocho rodeaba su cuerpo con ambas manos para atraerlo mas al suyo. Le quitó el cabello de la cara con suavidad, acariciando su piel con dulzura. Luego, se acercó a su oído y susurró:
- ¿Puedo ser tu primer beso del año?
Olivia rió, ambos sabian bien que no había nadie a quien ella preferiría besar en ese momento. La sonrisa del morocho estaba a la espera de obtener autorización para besar esos labios.
En ese momento, todos los demás invitados a la fiesta habian desaparecido. En el mundo sólo estaban ellos dos.
La morocha asintió, remojandose los labios con la lengua de forma inconsciente, esperando impaciente recibir un beso del chico. Él no tardó en acercarse, besandola con ternura. Las manos de ella estaban sobre su cuello, las de él sobre su mejilla y su cintura. Compartían un beso dulce, corto.
- Que privilegio empezar el año con vos. - Dijo él, mirando a su novia con dulzura. Olivia sentía que el mundo brillaba alrededor de ambos, mientras que su sonrisa se agrandaba al mismo tiempo que la de su novio.
Los ojos azules de ella brillaban a mas no poder. Kylian siempre había halagado sus ojos, eran su parte favorita de la morocha.
- Te amo. - Le dijo ella.
- Yo te amo más. - Respondió él, volviendo a besar sus labios unos segundos antes de tomar su mano y llevarla hasta la pista de baile para bailar junto a ella como si fueran las únicas dos personas en el salón.
Después del mundial las cosas habían cambiado mucho. Kylian se había vuelto mas atento y mas pendiente con ella, haciendo que la tristeza y amargura con la que Olivia se había quedado después de aquella primera vez desaparezca casi por completo.