Mezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción.
A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...
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22 de mayo, 2022.
El salon se llenaba de aplausos mientras ellos tres se quedaban en silencio, procesando lo que acababan de oir.
Se les había dado vuelta la tortilla. Una simple canción de una chica de 20 años habia hecho que los tres se replanteen todas las decisiones que habian tomado en el último tiempo.
El mundo que creían haber reconstruido se desmoronaba, dejando todo en ruinas otra vez. ¿Y cómo no? si todo habia sido construido sobre mentiras de las que ellos mismos se habian convencido con tal de poder salir adelante y negar todo.
Olivia intentaba controlar el aire, aún sin quitar la mirada de Julian. El resto del mundo le daba igual, sólo podia sentir el vacío que le habia quedado en el pecho al darse cuenta de que todo habia sido una mentira, de que no lo habia superado, ni le daba igual. Pero ya era tarde, no iba a meterse entre Emilia y él, no otra vez.
No iba a traicionar a Lisandro de esa manera, no queria que él sienta que ella estaba jugando con él, porque no era así. Lisandro era mejor sobre papel; si hiciera una lista de pros y contras, Lisandro ganaría por afano, pero tenía una contra tan grande que ningún pro podía compensarlo: él no era Julian.
De a poco sentia como el aire comenzaba a faltarle otra vez mientras veía como Emilia apoyaba su mano sobre el muslo de Julian, dejando pequeñas caricias sobre él. El cordobés le sonrió sin mostrar los dientes, como si no estuviera a punto de colapsar de todas las dudas y miedos que esa cancion le habian despertado.
Julian sabia que Emilia no era su persona, Olivia sí. Pero no podía ir detras de la morocha, no despues de haberla traicionado tanto, no despues de haberle jurado a Emilia una buena vida juntos.
Les parecía que lo mas logico era seguir como estaban, así ellos iban a sufrir como locos, pero al menos dejaban de lastimar a otras personas.
Olivia volvió a tierra al oír a alguien chistar a su izquierda. Se giró, luego de que Lisandro le llame la atención, para encontrarse con un hombre cuyo nombre desconocía pero que se le hacía muy familiar.
- ¿Vos sos Olivia? ¿La que canta? - Preguntó el hombre, haciendo que Lisandro deje escapar una risita. Lo conocía muy bien, sabía que a veces era algo bruto para hablar.
- Si. - Dijo ella confundida, no sabía qué pretendía el hombre con esa información.
- Yo soy de la organización del evento, queríamos saber si podrias cantar algún temita, como para completar. - Pidió el hombre sin mucho conocimiento por lo que la morocha hacía. Se habian quedado cortos de artistas y alguien había sugerido convocar a Olivia, el hombre no la conocía de nada, pero como era el presidente de la Asociación de Futbol Argentina le pidieron a él que vaya a hablar con Olivia.
- Pero no preparé nada. - Dijo ella, que tenía tres pares de ojos mirandola expectantes: los de Lisandro, los del hombre y los de Ed. Las miradas fijas de ellos la intimidaron y terminó accediendo a pesar de que la aterraba por completo cantar frente a tanta gente que la odiaba. - Bueno, puedo tocar algo, si quieren.
