Mezclando el futbol con las canciones de Taylor para hacer una historia completamente ficticia, pero llena de emoción.
A veces la vida da giros extraños, te golpea y te hace creer que lo mereces, para luego devolverte a ese lugar seguro que creías...
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El estadio entero gritaba de emoción mientras la morocha corría escaleras abajo. Las piernas le temblaban pero ella no paraba de correr, necesitaba verlo.
La emoción no le entraba en el pecho mientras veía su cara en las pantallas, sonriendo a más no poder con los ojos llenos de lágrimas. Su cuerpo le pedía ir a su encuentro como si él fuera un imán y ella el metal, la atraía tanto que no había nada que Olivia pudiera hacer para frenarlo.
Campeón del mundo. Así es como lo llamaban ahora. Después de tanta lucha, después de tanta entrega, después de tanto sacrificio: el arbol daba frutos.
Olivia finalmente logró bajar los últimos escalones, Ed la seguía de cerca. Ella corría al igual que los demás familiares de los jugadores. Estaba desesperada por entrar a esa cancha y verlo, abrazarlo, besarlo.
Si antes estaba orgullosa de él, ahora se multiplicaba. Siempre lo había admirado, pero luego de ver este logro Olivia sentía que esa palabra no alcanzaba para expresar la forma en la que ella se sentía respecto a él.
Sentía que el corazón le ardía en el pecho de sólo pensarlo. Un amor tan intenso. Tan rojo.
Ella corrió una vez dentro de la cancha y sus ojos se mezclaron. Los ojos marrones de él y los ojos azules de ella, ambos brillando de emoción y de felicidad al verse.
La sonrisa de él se ensanchó, verla a Olivia lo alegraba. Ella era su fan número uno y él lo sabía, su pecho se inflaba con orgullo cada vez que el nombre de Olivia entraba en una conversación, porque sabía que ella moría por él. La morocha no tenía ojos para nadie más.
Ella corrió y se lanzó a sus brazos. Saltó en el aire y se abrazó a él con brazos y piernas mientras que él la sostenía por los muslos, asegurandose de que no cayera.
Tuvo que hacer unos pasos hacia atrás para no caer por el impacto del cuerpo de ella con el suyo, pero no le importó. Se mantuvo firme, aferrado a ella como si fuera un trofeo.
- Te amo. - Le dijo ella mirandolo a los ojos. Era la primera vez que se lo admitía.
Él sonrió, acariciando su rostro y quitando el cabello que se interponía en él, pero no dijo nada.
***
18 de diciembre, 2022 18:00
Olivia suspiró intentando calmar sus nervios. Sus manos se refregaban contra sus muslos en un intento de calmarse mientras veía como los 22 jugadores se posicionaban en la cancha.
Ella miraba a su alrededor pero no veía un estadio de futbol, sino un campo de batalla. Su labio temblaba con miedo porque sabía que estaban en terreno peligroso, sabía que todo podía salir muy bien o muy mal.
Temía por sus amigos, no quería verlos tristes. Ella confiaba ciegamente, algo en su interior le decía que iban a ganar, iban a salir campeones; pero su intuición le había mentido tantas veces que temía que esta vez fuera igual.
