Capítulo 100. / Parte III.

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Demián:

Dante quedó hecho polvo.
Fue una noticia que aún se me hace difícil de digerir.

Y no, yo no me alegro por eso pero tampoco me siento mal, no puedo tener ningún tipo de sentimiento hacía ese tipo, lo único que siento ahora es un enorme deshaogo porque saber que ya no estará más en este mundo me da tranquilidad, Rebecca podría vivir en completa paz por lo que le quede de vida al tener la seguridad de que él ya no vendrá por ella como lo había prometido el día de la sentencia y así yo ya no tendría que lidiar con sus miedos exagerados.

Entiendo que esto ha sido una noticia impactante pero no es para tanto ¿o sí? Se supone que Rebecca lo odiaba, por mantenerla encerrada y casi matarla, por casi descubrirla ante el mundo con la máquina y sobre todo por quitarle a Michael y hacer que él la detestara. ¡Y ahora está aquí queriendo llorar por él! No la entiendo y es algo que aunque no se lo diga me molesta.

Ella no sabe lo que pasa consigo misma, ¿cómo podría saberlo yo? ¿cómo hago para calmarla?

Noto como aguanta sus ganas de llorar, quiere hacerlo pero se reprime y será peor cuando explote porque será imposible que pueda parar y yo no sabré como aliviarla sin doparla con medicamentos.
La llevé a dormir, le acaricié el pelo lo hice durante unos minutos y al verla ella ya dormía o al menos eso parecía porque a mitad de la noche la sentí separse de mi, se había levantado de la cama, no abrí los ojos pero escuché como lloraba bajito. Dejé que lo hiciera, pero me cubrí las orejas con una almohada para no poder escucharla.

Al amanecer la vi sentada en el sofá, ella era un desastre, su cabello era feo, sus ojos hinchados e irritados y sus uñas estaban mordidas, lucía completamente mal. Parecía cansada.

-¿Te pasaste toda la noche despierta y llorando?- me acerqué preguntando y ella movió la cabeza asintiendo. -¿Porqué?-

-No sé- respondió con voz ronca. -Mas bien es difícil de explicar y entender-

-¿Tenías algún tipo de sentimiento hacía él? Me refiero a que si llegaste a quererlo-

Rebecca se había quedado en silencio por lo que pareció mucho tiempo pero solo fueron minutos.

Y se negó pero no me convenció y al parecer ella tampoco.

-¡No! ¡¿Cómo podría querer a alguien tan cruel?!- dijo. -Es solo que todo esto me pone demasiado sensible, no puedo dejar de pensar en Gabriel se ha quedado sin su padre. Imagina como debe sentirse-

Por supuesto que sé como debe sentirse ese pequeño niño, yo perdí a mis padres y cuando ellos se fueron sentí que se llevaron todo mi mundo. Así que sí yo puedo entender su dolor.

Encendí el televisor y no se hablaba de algo más que no fuera el incendio y la muerte de Blake. Ya teníamos suficiente de esto así que volví a apagarlo.

-Todo esto ha sido muy fuerte, ¿porque no te das una ducha y luego duermes un poco?- le sugerí.

-No quiero levantarme de aquí- habló con la mirada perdida.

Verla así me recordaba a esa noche cuando llego ebria a mi departamento luego de que Michael la mandara a la mierda, estaba exactamente igual de destruida lo que me hizo sospechar que tal vez ella si tenía un enamoramiento por Dante solo que se negaba a aceptarlo.

La levanté y la llevé al baño para ducharla, la desnude y empecé lavando su cabello, froté su cuerpo con el jabón y la esponja y luego la enjuague con agua caliente. Ambos estábamos desnudos y aproveché para darme un baño yo también.
Estaba por terminar de quitarme todo el jabón del cuerpo cuando ella me abrazó como si su vida dependiera de eso.

-Demián. Yo no quería a Dante, yo te amo a ti- pocas veces me decía que me amaba y no sé como tomarlo ahora. Siento que solo lo hace por obligación o algo así.

-Lo sé, y yo también te amo- le sonreí. -No hace falta que me lo digas-

-Pero quería que lo supieras, y quiero decirte gracias otra vez por cuidarme y ser tan paciente conmigo- me besó, lo hizo con calma, y me llevó al cielo en un segundo.

No intenté nada más ya que ella no se encontraba bien, le puse su bata de baño y la llevé fuera de la regadera.
Cepille su cabello y luego hice que comiera algo, sabía que no me obedecería cuando le ordenará dormir así que puse un sedante en su vaso con jugo de durazno sin que ella se diera cuenta e hice que lo bebiera hasta el fondo.

Pasó algún corto tiempo y ella quedó dormida en su lugar, la llamé por su nombre y no respondió así que era seguro que tardaría durmiendo por el resto de la tarde. La tomé en mis brazos y la cargué hasta la cama cubriéndola con una sabana, dejé un beso sobre la punta de su nariz y luego me ocupé de afinar las cuerdas de la guitarra así me mantendría entretenido.
Rebecca había insistido en traerla pero en el poco tiempo que hemos estado aquí no la hemos tocado así que la dejaría lista para poder seguir con las "clases" y ella se mantendría distraída de todo lo que está pasando afuera.

Estaba en lo mío hasta que el móvil de mi chica me interrumpió. André estaba llamando.

-¿Sí?- contesté.

-¿Demián?- se extrañó. -¿En donde está mi hermana?- parecía un poco preocupado.

-Ella está bien, está durmiendo y no quiero despertarla, no sabes el trabajo que me costó hacer que cerrará los ojos- expliqué. -¿Qué sucede? ¿Haz averiguado algo sobre la repentina y misteriosa muerte de Blake?-

-Sí, él y un hombre más quedaron hechos casi cenizas, otros más solo tuvieron algunas quemaduras que no son graves.

-¿Y cómo fue que se dió el incendio? Porqué siendo una prisión de máxima seguridad no me explico como pudo ocurrir algo así.

-Lo sé todo es demasiado confuso para todos y aún no tenemos una respuesta. Sabemos que lo que lo originó fue una colilla de cigarro en la bodega donde se almacenan litros y litros de combustible y explosivos. ¡Y no entiendo porque carajo ellos estaban ahí, se supone que nadie puede entrar!- André estaba desesperado y puedo entenderlo, yo también quiero saber que fue lo que pasó. -¡No tenían nada que hacer ahí a las 4:40 de la mañana!-

Sí todo era extremadamente raro, es como si no pudieran encontrar explicaciones pero yo sí...

Quizás Dante estaba harto de estar encerrado y él mismo se provocó la muerte.
Quizás alguien ahí adentro lo odiaba y quiso acabarlo.
O quizás solo era su tiempo, tal vez ya estaba destinado a morir en ese lugar, ese día y a esa hora.

-Nada de eso parece tener sentido y espero que encuentren el hilo de todo-

-Será difícil ahora esperaremos a que reúnan sus restos si es que todavía queda algo de él.

-¡Una pregunta más!- le interrumpí. -¿Encontraron a la niñera? Rebecca está muy preocupada por Gabriel, no deja de mencionarlo, el pensar que se quedó sin protección la altera- me apreté el puente de la nariz.

-Ya han intentado llamarla pero parece que su línea de teléfono está desactivada, no hay registro de ella en el país parece que hubiera muerto ella también- no dije nada, no sabía ni que decir o hacer me sentía inútil. -Todo esto me revienta la cabeza, trataré de resolverlo lo más rápido que pueda porque ya no quiero saber nada más de Dante, ese tipo solo trajo desastre a la vida de todos nosotros-

No podía estar más de acuerdo con él justo ahora.

La llamada había terminado, dejé el móvil en la mesa de centro y me quedé observando a Rebecca que hacía gestos dormida y se abrazaba a las sábanas.

<<Ojalá pudiera entrar en tu mente y saber que es lo que tanto te atormenta cariño mío>>

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