Capítulo 36.

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Rebecca:

Enero 08, 2024.
CDMX.

Hace apenas una semana que volvimos a México, y a mi regreso también volvió mi realidad, trabajo por hacer, pendientes por terminar y cosas por revelar.
Michael había vuelto hace apenas dos días a 1987 no quería dejarlo ir pero él también tenía trabajo por hacer, filmando videoclips y ajustando los últimos detalles para el álbum, prometí que iría en cuanto tuviera tiempo libre y es que no me olvidaba de darle vacaciones a Sofía, insistí para que se quedara algunas semanas con André pero volvió a negarse no entendía que pasaba con ella y es que si a mi me dieran días libres para estar junto a Michael no me negaría.

Revisé mi calendario y escogí dos semanas de marzo para que Sofía viaje de regreso a Verona, no me importa si no está de acuerdo ella tomaría un descanso.

Esta mañana me sentía demasiado nerviosa hoy les confesaría a mis padres que tengo una relación con Michael y mis nervios se debían a que mi sentido decía que ellos no estarían a favor de esto, todos sabían lo que pasaba entre el chico alto y guapo y yo, mis hermanos, Sofía y Carlos. Tenía el presentimiento de que ellos no aprobarían esto y también temía por la reacción de Demián aunque éramos cercanos sabía que se molestaría por esto, no quería herir sus sentimientos. Conduje hasta los laboratorios repitiendo en mi mente una y otra vez que sus opiniones no me importarían en lo absoluto y eso en parte ayudo para mantenerme firme.

11:30 a.m.

Llegué a los laboratorios y caminé por los pasillos saludando a algunas personas que laboran aquí, entré en la pequeña oficina que tenía aquí y me senté frente al escritorio encendiendo la computadora para después archivar el informe que llevaba meses redactando y lo almacene en una USB para después imprimirlo y entregarlo a mi padre ya que él quería guárdalo entré su papeleo para leerlo después.

Salí al corredor con los papeles en mi mano y camine hacia la oficina de mis padres, miré a Alejandro sentado frente a su escritorio mientras revisaba su móvil y reía mirando la pantalla, golpeé su puerta con mis dedos haciendo que me mirara mientras sonreía. Entré y me quedé sentada frente a él entregando también el informe impreso.

-Lo leeré y después lo pondré bajo llave- dijo revisando cada hoja.
-Imagina si esto cae en manos equivocadas, sería una tragedia-
-Estoy segura que eso no sucederá nunca-
-Un pequeño descuido y todo puede irse a la basura- Asentí moviendo la cabeza despacio. -¿Porqué has venido? No hay demasiado trabajo por hacer ahora. ¿Todo está bien con la fabricación de tus productos?-
Me preguntó después de unos segundos.

-Sí está todo bien... Estoy aquí porque necesito decirte algo que es demasiado importante para mí- dije mirándolo.
-Es sobre un chico ¿no es así?
-Sí, pero no te lo diré hasta que mi madre esté aquí ¿Puedes llamarla por favor?-

Alejandro tomó su móvil y marcó el número de Beatrice quien llegó segundos después.

-¿Sucede algo malo?- preguntó mi madre mientras se quitaba los guantes blancos de las manos y la cofia de la cabeza.
-No, todo está bien- dije riendo nerviosa. -No entiendo porque siempre creen que traigo malas noticias.
-¿Entonces de que se trata?- volvió a preguntar levantando las cejas.

-Es un chico y me tiene en espera por saber quien es- respondió mi padre.

Me levanté quedando frente a ellos y tomé una respiración profunda

-Estoy total y genuinamente enamorada- dije sincera y ellos me sonrieron. -Y el chico que me ha enamorado es Michael-

Al decir el nombre de Michael mis padres me miraron como si yo hubiera enloquecido y su sonrisa se esfumó de inmediato.

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